Juan Carlos Mena: «La Universidad también es una comunidad donde se vive el espíritu miliciano»
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- Nelson Santillan
- 9 de abril de 2022
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- 30 años de la Ufasta Jubileo 60 años
Con más de 20.000 alumnos, la Universidad Fasta cumple mañana, 10 de abril, 30 años de su fundación, obra cumbre del Padre Fundador. En una larga y amena entrevista, el Rector nos cuenta los comienzos, la vida y los desafíos, vista con ojos milicianos.
«La Universidad es ante todo, una obra apostólica (…) que busca impactar en el debate contemporáneo. Pero también se ha convertido en una membrana absolutamente permeable (…) a prestar servicios al Movimiento.
«Además es una comunidad de personas donde se vive también el espíritu miliciano. Es una comunidad de trabajo donde hay mucha gente de Fasta. Es como una prolongación de la vida del Movimiento. Cuando repasás los nombres en los diferentes cargos te das cuenta que también es una comunidad miliciana. Se vive y se trabaja en la vida miliciana. El vicerrector académico (Silvano Penna) es el Director General del Movimiento, el vicerrector administrativo es el doctor Pablo Vittar, miembro del Directorio de Fasta. La Decana de Ciencias Médicas es la doctora Elbaba de amplia trayectoria en la vida miliciana. Así como ellos muchísimos más».
Juan Carlos Mena es el rector de la Universidad Fasta. Está casado con Fabiana de Laurentis y tiene 5 hijos. Fue Presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (Crup) por dos períodos. Actualmente es Presidente Consejo Internacional de Universidades Santo Tomás de Aquino (Icusta. Por sus siglas en inglés).
Ingresó a Fasta el 17 de marzo de 1973, en el ruca Hueney de Rosario. Un año después ya era subjefe de escuderos. Con ese cargo y con 13 años fue invitado a participar en enero de 1975 del Consejo Plenario en Tucumán. Continuó en la vida miliciana “recibiendo todos los beneficios y gracias que te conceden los milicianos”. Asumió la jefatura local del Ruca en el año 1980, mientras ya había comenzado a transitar su vida universitaria. Este último dato tiene mucho que ver con la realidad de la Fasta de esos años.
Eran años de ”una Fasta profundamente laical, todavía estábamos en la época de la fraternidad laical como una realidad autónoma de la Ciudad Miliciana. Estaba muy arraigado el concepto del laico comprometido con las estructuras temporales. La estructura temporal que me tocaba en ese tiempo era la universidad. Por eso es que en el último año de cursada asumimos la conducción del centro de estudiantes de la facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina de Rosario”.
Fue un desafío “apasionante que me dejó vinculado entrañablemente a la la vida universitaria”. “Algo que siempre digo en los discursos es que se es universitario porque uno tiene una especial vocación en torno a la vida intelectual pero sobre todo a desplegarla en el marco de un modo institucional de hacer vida intelectual en la corporación entre estudiantes y docentes. Ese tema me dejó profundamente marcado”.
Creo que también está marcado en Fasta desde sus inicios porque recordemos, yo hice referencia al Consejo Plenario, del 75. Ese Consejo es concomitante con la asunción del 2do período rectoral del Padre Fosbery como Rector de la Unsta. Punto que fue un hito porque el padre había asumido prácticamente en la Unsta en un proceso de desactivación y desguace y sin embargo después del primer período había tomado un nuevo impulso y se relanzaba el proyecto.
El texto completo de la entrevista:
Juan Carlos Mena es el rector de la Universidad Fasta. Está casado con Fabiana de Laurentis y tiene 5 hijos. Fue Presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (Crup) por dos períodos. Actualmente es Presidente Consejo Internacional de Universidades Santo Tomás de Aquino (Icusta. Por sus siglas en inglés).
Ingresó a Fasta el 17 de marzo de 1973, en el ruca Hueney de Rosario. Un año después ya era subjefe de escuderos. Con ese cargo y con 13 años fue invitado a participar en enero de 1975 del Consejo Plenario en Tucumán. Continuó en la vida miliciana “recibiendo todos los beneficios y gracias que te conceden los milicianos”. Asumió la jefatura local del Ruca en el año 1980, mientras ya había comenzado a transitar su vida universitaria. Este último dato tiene mucho que ver con la realidad de la Fasta de esos años.
Eran años de ”una Fasta profundamente laical, todavía estábamos en la época de la fraternidad laical como una realidad autónoma de la Ciudad Miliciana. Estaba muy arraigado el concepto del laico comprometido con las estructuras temporales. La estructura temporal que me tocaba en ese tiempo era la universidad. Por eso es que en el último año de cursada asumimos la conducción del centro de estudiantes de la facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina de Rosario”.
Fue un desafío “apasionante que me dejó vinculado entrañablemente a la la vida universitaria”. “Algo que siempre digo en los discursos es que se es universitario porque uno tiene una especial vocación en torno a la vida intelectual pero sobre todo a desplegarla en el marco de un modo institucional de hacer vida intelectual en la corporación entre estudiantes y docentes. Ese tema me dejó profundamente marcado”.
Creo que también está marcado en Fasta desde sus inicios porque recordemos, yo hice referencia al Consejo Plenario, del 75. Ese Consejo es concomitante con la asunción del 2do período rectoral del Padre Fosbery como Rector de la Unsta. Punto que fue un hito porque el padre había asumido prácticamente en la Unsta en un proceso de desactivación y desguace y sin embargo después del primer período había tomado un nuevo impulso y se relanzaba el proyecto.
La oración del Consejo Plenario fue la misma oración del padre Llebret con la cual él asume. Y había una especies de vasos comunicantes entre la vida universitaria del Padre en Tucumán y la vida de Fasta. Algo parecido me ocurre a mí y cuando se funda la Universidad Fasta en Mar del Plata yo era Presidente Jurisdiccional en Fasta Rosario y en una reunión quie se hizo en Va. Eucarística el Padre me dice que estaba previsto que hubiera una Facultad de Ciencias Jurídicas y que él había pensado que yo viniera a Mar del Plata a organizarla. 1992.
Durante todo 1992 hice viajes secuenciales para ir tomando contacto con los docentes para venir a vivir a Mar del Plata el 13 de febrero de 1993.
La experiencia de la Universidad fue muy desafiante. La primera inscripción para mí fue de un stress inigualable porque se abría la inscripción a la carrera de abogacía y no sabíamos si íbamos a tener 50 inscritos o ninguno. Porque tenía que ver con una continuidad de vida personal. Finalmente fueron 73 inscritos en la primer cohorte de abogacía.
Esos años fueron apasionantes porque yo me incorporé no solo a la gestión sino a la docencia que ya venía desde Rosario.
Así fue que comenzó la vida universitaria como otro modo de vivir la vida miliciana.
Fasta realiza a través de la Universidad uno de sus objetivos apostólicos más queridos que es el de la evangelización de la Cultura. La Universidad para Fasta es la coronación de todo un proceso que tienen que ver con muchos a modos de incidir en lo cultural y educativo. De hecho su red educativa es una expresión de esta actividad apostólica pero el punto culminante ha sido, al menos hasta hoy, La Universidad Fasta. Es la mayor posibilidad de incidir en el debate cultural contemporáneo.
Fasta se ve como una Ciudad dentro de una Ciudad. Ahí Ciudad hay que entenderla como lo plantea el estatuto de Fasta, Es el lugar donde se debate la realización política, social, económica y cultural de los hombres. Y Fasta aspira a posicionarse e intervenir en ese debate.
Los primeros años se caracterizaron por la precariedad. La universidad estaba “bancada” por el Colegio de Mar del Plata. Prácticamente no había habido inversiones, ni siquiera mucha inversión para el programa de ingreso. Recuerdo que nuestro primer rector, Juan Carlos Catalano, un día confesó que le preguntó al Padre de donde sacar los recursos para iniciar la publicidad del ingreso y el Padre le contestó: “ahh que vivo. Con plata cualquiera hace una universidad!!”. Lo cual fue una invitación a hacerla sin recursos. Con un poco de ingenio el primer año se pudo financiar. Recuerdo, para que se tenga una aproximación. Que nosotros usábamos todos máquinas de escribir y solo una computadora que la usaba Susana Comas. No tenpia disco rígido sino que le cargabas el programa con un disquette y después ejecutaba con otra disquetera. Al año siguiente Catalano anunció que cada decano y cada facultad iba a tener su propia computadora que se la iban a descontar del sueldo en 12 cuotas!!! Lo cual a alguno de los milicianos que estábamos acostumbrados a los campamentos y a comer polenta y ese tipo de cosas no nos llamó demasiado la atención pero a otros decanos que no eran milicianos. Sí. Pero se adaptaron.
Todo estos primeros años fueron muy duros y de muchos sacrificios a pesar de que estuvimos en una fase de estabilidad económica, a menos en términos de inflación, nosotros durante 10 años tuvimos la cuota en $240 (U$s 240) A pesar de eso tuvimos algunas crisis económicas derivadas de las fases de crecimiento asincrónica de la Universidad. El crecimiento vegetativo impone a la larga una fase de desequilibrio porque los años más poblados son los primeros. Entonces cuando se comienza a crecer incorpora cátedras que son más costosas sdobre menos base de sustentación. Estos desequilibrios provocando algunas dificultades económicas que se fueron reiterando. En general todo el mundo le puso el hombro: docentes, el cuerpo directivos. El cuerpo directivo tenía una fortaleza muy importante y es porque había un alto número de milicianos. Eso te permitía un margen de maniobra que no hubieras tenido en otro Consejo Superior por dos motivos: primero porque estaban dispuesto al sacrificio y segundo porque todo el mundo tiraba todo para el mismo lado.
Recuerdo cuando fue la primera evaluación externa de la Universidad la Coneau expresó que llamaba la atención la cohesión que tenía el Consejo Superior. Que funcionada, desde el punto de vista de la comunidad universitaria como un equipo de trabajo. Claro ellos venían de explorar otras universidades donde medio consejo superior le hace juicio a otro medio consejo superior. Donde el rector entrante le hace denuncias al rector saliente. Así claro, en ese horizonte los de Fasta llamaba la atención.
Tuvimos algunos fallecimientos de la primera hora que son “costos” de la primera hora, “primicias” como le dice el Padre Fosbery. Como el decano de Ciencias Económicas, Sergio Manfredo que falleció al poco tiempo de asumir y después por supuesto vino el fallecimiento del Bicho Tobares que afectó no solo a la Universidad, sino a toda Fasta.
Hubo tres momentos importantes en mi gestión como rector. El primero fue el cierre de Bariloche que fue un hecho doloroso. Pero a veces las cosas dolorosas hay que enfretarlas con decisión y Fasta tomó la decisión de cerrar Bariloche porque irrumpió en el escenario la Universidad Nacional de Río Negro.
El segundo hito para mí muy significativo es la apertura de la carrera de medicina que produjo un cambio de posición de la Universidad. La carrera de medicina es muy importante porque una de las clasificiaciones de las universidad es si tienes Medicina o no.
Otro hecho fundamental es el despliegue de la educación a distancia que a cambiado la fisonomía de la universidad totalmente. Nosotros hoy somos una universidad a distancia con carreras presenciales. Digo esto porque más del 80% de los alumnos de nuestra matrícula es de estudiantes a distancia. Esto nos coloca en un contexto muy importante porque el cambio cultural que impone la era digital y que ha disparado la pandemia nos encontró bien parados para encarar un desarrollo futuro, más alineado con los desafíos.
¿Qué es la Universidad para Fasta?
La Universidad para Fasta es una obra apostólica en primer lugar como lo señalaba al principio impactar en el debate contemporáneo pero con el paso de los años la Ufasta se ha convertido también en una membrana absolutamente permeable a muchas cosas del Movimiento. En primer lugar porque es un prestador de servicios al Movimiento y a la Red Educativa. Hay innumerables cantidad de cosas que la universidad está proporcionando a Fasta y a los miembros de Fasta. Desde la formación de los milicianos. Un sistema de becas muy amplio, asistencias a la Dirección de Formación, presta servicios de tecnologías. Y me alegro profundamente que esto sea así. Tratando de devolver a la Institución que la hizo nacer. Además es una comunidad de personas donde se vive también el espíritu miliciano. Es una comunidad de trabajo donde hay mucha gente de Fasta. Entonces es como una prolongación de la vida del Movimiento. Cuando te pones a repasar los nombres en los diferentes cargos te das cuenta que también es una comunidad miliciana. Se vive y se trabaja en la vida miliciana. El vicerrector académico (Silvano Penna) es el Director General del Movimiento, el vicerrector administrativo es el doctor Pablo Vittar, miembro del Directorio de Fasta. La Decana de Ciencias Médicas es la doctora Elbaba de amplia trayectoria en la vida miliciana. Así como ellos muchísimos más.
Este año se cumplen 30 años de la vida de la Universidad, que es poco si uno lo mira en la historia de la Universidades, Bolonia tiene más de 900 años. Pero en el contexto de un país joven y con un sistema universitario privado aún más joven, 30 años comienza a ser significativo.
Es una Universidad consolidada. Estamos muy próximos a inaugurar la Clínica Odontológica.
Proyectos : hacer crecer la unidades de apoyos académicos que son 90 en la actualidad y fundar en lugares donde la Universidad no tiene.
Crecer en infraestructura para contener el crecimiento de la matrícula. En 2016 teníamos 10000 alumnos, ahora estamos llegando a los 20.000
Queremos hacer crecer el posgrado en el futuro cercano.- Necesitamos expandir ese horizonte de posgrado.
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Comments (2)
Mario Calichio
10 Abr 2022Te felicito, amigo!
Juan Carlos Mena asume un nuevo período como Rector de la Universidad Fasta - Hasta DIOS
03 Abr 2024[…] Link a la entrevista […]