AQUEL 7 DE OCTUBRE …. EN ESE PUEBLO DE HORIZONTES LEJANOS.
Testimonio de Eduardo E. Kern
1. “Leones”, ubicada en el sur-este de la provincia de Córdoba, es una pequeña población de la pampa mediterránea-triguera argentina; y en aquel hoy-lejano 7 de octubre de 1962 que, además, fue justamente un día domingo, culminaba con la Santa
Misa la tradicional celebración de la Novena a la Virgen del Rosario, justamente en su día y, obviamente, en el templo de la Parroquia de la cual era su Santa Patrona. Todo coincidía, …. no podría haber sido de otra manera.
2. Hasta ese momento, había transcurrido rápidamente una muy ajetreada semana que, por otra parte, siempre lo era al transcurrir la Novena a la Virgen del Rosario en Leones pero que, en esta ocasión, sumaba un hecho nuevo, imprevisto, que a la larga consideraríamos providencial. En reemplazo del habitual fraile dominico, nativo del pueblo, que siempre acompañaba para ayudar al anciano párroco local, Padre Efraín Quinteros; en esta ocasión, se había dado la sorpresiva llegada de un joven y muy activo
sacerdote, también integrante de la orden dominicana. Se llamaba Fray Bernardo Fosbery O.P..
3. No bien se hospedó en la Casa Sacerdotal, de inmediato y durante toda esa semana, en los tiempos libres que el desarrollo de la Novena le iba dejando, se había reunido con un grupo de chicos allegados a la Parroquia por el Cine Parroquial, que estaba organizado y coordinado por Don Guillermo Palacios. Esas reuniones habían entusiasmado a los jóvenes porque el “curita”, a través de sus apasionadas palabras, les pintaba un mundo nuevo con mucho de desafío y aventura: con marchas, ascensiones, campamentos, fogones …. y también, grandes valores de vida.
4. Los encuentros se habían llevado a cabo en el salón-cine de la parroquia e incluso, también, en alguno de los pocos bares del apacible pueblo de Leones. De todas maneras, todo lo que se podía hacer en ese orden y en ese tiempo, ya había sucedido a
un intenso ritmo, y ahora, para el “curita” ya llegaba el momento de regresar a su Convento en Buenos Aires. Por lo tanto, era urgente y necesario darle una forma organizativa concreta a sus ideas de conformar un grupo juvenil que se propusiera y llevara a cabo todo lo ya conversado. Había llegado el momento de tomar decisiones.
5. Entonces, fue seguramente Don Guillermo Palacios quién aportó la idea de efectuar esa noche una reunión con asado de por medio, a realizarse en la sede del Círculo de Obreros Católicos, a dos cuadras del Templo; que era una institución católica allegada a la Parroquia, con un edificio propio, instalaciones, canchas de bochas y espacio suficiente y adecuado para esa intención gastronómica. Porque claro, para nuestro futuro estilo, qué mejor que ponerse de acuerdo alrededor de una parrilla, sobre brasas encendidas y cargada de excelentes productos vacunos de la pampa gringa.
6. Dicen que “cuando hay asado nunca faltan comensales”. Esa noche, estaban presentes los “actores” principales: el fraile Bernardo Fosbery y el adulto local Guillermo Palacios, además de jóvenes-adolescentes del Cine Parroquial, amigos e incluso algún miembro del Círculo Católico de Obreros. Entre todos aquellos jóvenes presentes recuerdo a Héctor Partridge, pero de los demás solo intuyo caras borrosas e imagino quienes podrían haber sido, pero no tengo la seguridad y por lo tanto no puedo dar más nombres, salvo el mío propio.
7. Mientras se doraban el vacío, las costillas y los chorizos y, tanto el humito como el aroma inundaban el lugar; bajo la tutela del fraile se fueron esbozando los organigramas de conducción del novel Ruca Nahuel (denominación indicada por Fosbery) y se cubrían los cargos con nombres propios de aquellos que se anotaban en la contagiosa aventura: Don Guillermo sería el Jefe Regional; Héctor Partridge el Jefe de Templarios, también se dispusieron el de Jefe de Disciplina, y el de Administrador, entre otros más. Tiempo después nos enteraríamos que, hasta ese momento la Milicia Juvenil Sto. Tomás de Aquino éramos solo nosotros, aunque cabe aclarar que, apenas veinte días después aparecerían los mendocinos con el Ruca Curá.
8. Esa noche del 7 de octubre, también se dispuso que se elaborarían fichas personales de cada miembro con sus datos propios y que, además, se buscarían los medios y apoyos necesarios para contar, lo antes posible, con una sede propia. En eso Fosbery era sumamente claro: el movimiento debía institucionalizarse, organizarse en una estructura que, aunque lo suficientemente dinámica pudiera garantizar la perdurabilidad de las intenciones. Es que entonces no lo sabíamos pero, allí estaba naciendo la FASTA y la Ciudad Miliciana.
9. Fosbery estaba entusiasmado con los adelantos; había llegado de Europa hacía no muchos días y ya empezaba a tomar forma su idea de un “espacio de salvación” para los jóvenes. A tal punto llegó ese entusiasmo que decidió postergar una semana su regreso a Buenos Aires para poder, en ese tiempo, recorrer las aulas de los colegios locales y animar a los adolescentes leonenses, invitándolos a participar activamente. Así, en poco tiempo más Leones tendría su Milicia Juvenil y prácticamente la totalidad de sus jóvenes, entre 12 y 18 años, participarían de las actividades locales y nacionales, como lo sería el primer Campamento Nacional de Alpa Corral, en febrero de 1963.
10. El resto de la historia es amplia y heroica; una historia de 63 años transcurridos hasta llegar a la actual Ciudad Miliciana, presente en toda Argentina y en varios países de, nada menos que, tres continentes. Alguna vez me dijeron que no podemos controlar
la vida, ni predecir los acontecimientos, ni tener respuestas seguras para todo. Pero que, sin embargo, al Señor le encanta sorprendernos con caminos inesperados, oportunidades imprevistas y muestras de amor que surgen donde menos las esperamos.
Solo así se puede entender, lo de aquel pequeño pueblo de llanura, lo de la festividad de Ntra. Patrona la Virgen del Rosario y, finalmente, lo de empezar a transitar este, nuestro camino de salvación, con un tradicional y sabroso asado criollo al uso y costumbre de la pampa argentina y gringa.
Ato.
Yerba buena, Tucumán – Diciembre de 2025.






