Este domingo 20 de julio, en ocasión del Día del Amigo, la comunidad de Fasta Resistencia se reunió para conmemorar esta fecha tan especial, celebrando los lazos de fraternidad y el don de la amistad que une a sus miembros. La jornada fue un espacio para compartir y reflexionar sobre el significado profundo de ser amigo, especialmente desde una perspectiva cristiana.
El Día del Amigo en Argentina, que se festeja cada 20 de julio, tiene su origen en una iniciativa del argentino Enrique Ernesto Febbraro, quien se inspiró en la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969 como un momento de unión universal, proponiendo que esta fecha fuera un símbolo de amistad entre los pueblos. Con el tiempo, la iniciativa trascendió y se popularizó, convirtiéndose en una jornada para reconocer y valorar a quienes nos acompañan en la vida.
En este marco de celebración, el Padre César, Presidente de Fasta, compartió un emotivo mensaje con toda Fasta, extendiendo un saludo a cada uno de sus «queridos amigos» con gratitud y esperanza:
«Queridos amigos:
En este Día del Amigo quiero llegar a cada uno de ustedes con un saludo fraterno, cargado de gratitud y esperanza. Celebremos la amistad como uno de los dones más preciosos que Dios ha sembrado en nuestra historia común.
Jesús mismo, en el Evangelio de San Juan, nos dice cada día con fuerza: «Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer» (Jn 15,15). En esa afirmación, el Señor nos revela el corazón de su relación con nosotros: una amistad verdadera, profunda, nacida del amor del Padre. Somos sus amigos. Y esta afirmación tan hermosa la fundamentamos en que Él nos ha confiado su intimidad con el Padre y nos ha dado a conocer el Reino de los Cielos.
Este domingo, el Salmo 14 nos invita a preguntarnos: «Señor, ¿Quién puede hospedarse en tu tienda?». Y nos llama a actuar con justicia, hablar con verdad, no difamar, no aprovecharse del inocente. En definitiva, a vivir con coherencia, integridad y respeto al prójimo. ¿No son esas también las actitudes de una verdadera amistad? Una amistad que hospeda, que acoge, que sostiene; una amistad que verdaderamente ama.
En este Jubileo de la Esperanza estamos llamados a renovar la confianza en lo que Dios puede obrar en nuestras vidas y en la historia. Y esa esperanza se fortalece y se multiplica cuando caminamos juntos: como amigos en Cristo, como comunidad que se sabe elegida, acompañada y enviada.
Pidamos hoy al Señor que nos enseñe a ser verdaderos amigos de Él y en Él. Que sepamos hospedarnos unos a otros en nuestras vidas, como Él nos hospeda cada día en su amor.
Con mi oración y afecto en Cristo y María.
¡A tus órdenes!»
La celebración en Resistencia y el mensaje del Padre César invitan a todos los miembros de Fasta a profundizar en la amistad como un camino para vivir el Evangelio y edificar la comunidad, reconociendo en cada vínculo el amor que Dios nos ofrece.