Bariloche: la Comunidad celebró con Alegría la Fiesta de Pentecostés

Nelson Santillan

La comunidad de Fasta en Bariloche se reunió el pasado sábado 7 de junio para celebrar con fervor y alegría la Solemnidad de Pentecostés. El encuentro, que congregó a milicianos y sus familias, fue presidido por su Capellán, el padre Francisco Lázzaro, en un ambiente de profunda oración y fraternidad.

La celebración de Pentecostés es uno de los momentos más significativos del calendario litúrgico, y la comunidad de Bariloche lo vivió con especial intensidad, reafirmando su fe en la acción del Espíritu Santo.


La Importancia de Pentecostés para la Iglesia y para Fasta

Para la Iglesia Universal, Pentecostés es considerada la «fecha de su nacimiento». Cincuenta días después de la Resurrección de Jesucristo, el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles y la Virgen María reunidos en el Cenáculo, tal como lo había prometido Jesús. Este evento marcó un antes y un después:

  • Infusión de Dones: Los Apóstoles, antes temerosos y dispersos, recibieron el valor y los dones necesarios para salir a predicar el Evangelio a todas las naciones.
  • Inicio de la Misión: Con la venida del Espíritu, la Iglesia recibió el impulso para su misión evangelizadora, traspasando fronteras geográficas y culturales.
  • Unidad en la Diversidad: El milagro de las lenguas en Pentecostés simboliza que el Espíritu Santo une a las personas de diferentes culturas y lenguas en una sola fe y un solo cuerpo, el de Cristo. Es la fuerza que vivifica y renueva constantemente a la Iglesia.

Para Fasta, Pentecostés tiene una relevancia particular, pues el Espíritu Santo es el principal motor de la Obra. Fasta se concibe como una «Ciudad Miliciana», un espacio donde los milicianos se forman para ser instrumentos del Espíritu en la evangelización de la cultura, la juventud y la familia.

  • Impulso Apostólico: El carisma de Fasta, su dinamismo y su expansión se nutren de la fuerza del Espíritu Santo. La celebración de Pentecostés renueva el celo apostólico de sus miembros.
  • Formación y Carisma: El Espíritu es quien ilumina la inteligencia para comprender la doctrina y quien mueve la voluntad para vivir el carisma de Fasta en la vida cotidiana.
  • Unidad Fraterna: Así como el Espíritu unió a los Apóstoles, también une a los milicianos en sus diversas comunidades, fomentando la amistad y la colaboración en la misión compartida.

La celebración en Bariloche, guiada por el Pbro. Francisco Lázzaro, fue un momento para pedir una nueva efusión del Espíritu Santo, que siga animando la vida de la comunidad y la impulse a ser fermento de Cristo en su ciudad.

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