La miliciana Mariela Gutiérrez llamada a la Casa del Padre

Nelson Santillan

Fasta se viste de luto y eleva una oración por el eterno descanso de Mariela Gutiérrez, una miliciana Notable de la Ciudad Miliciana que ha sido llamada a la Casa del Padre. Su fallecimiento en su Tucumán natal cierra una larga y fecunda vida apostólica, marcada por su cercanía al Padre Fundador y por un servicio incansable a Fasta. «La Negra era un ser entrañable, rico, profundo que lo dio todo» afirmó el Vicepresidente Alejandro Campos.

Una vida dedicada a la obra

Mariela Gutiérrez fue una figura clave en la historia de Fasta. Acompañó de cerca al Padre Aníbal Ernesto Fosbery O.P. en numerosos proyectos y procesos fundacionales. Su huella es imborrable en la vida de instituciones y obras que hoy son pilares del movimiento:

  • Universidad Santo Tomás de Aquino (UNSTA): Colaboró con el Padre Fundador durante los 20 años en que fue Rector.
  • Colegio Ángel M. Boisdron: Fue parte del equipo fundacional del primer colegio de Fasta.
  • Fraternidad Sacerdotal de Fasta: Aportó en el proceso de fundación de la Fraternidad.
  • Universidad Fasta (Ufasta): Es recordada de manera especial como parte del equipo fundacional de la universidad y como Directora del Departamento de Pedagogía Universitaria.

Además, integró la Junta de Gestión Universitaria, acompañando el crecimiento y la consolidación de la Ufasta en sus primeros años.

Una vocación de servicio y alegría

Diversas comunidades de Fasta de Argentina y la comunidad universitaria en especial recuerdan los primeros equipos de docencia y gestión, la recuerdan con especial cariño y profunda gratitud. Mariela fue una mujer cristiana y una gran profesional, entregada por completo a la vocación docente. Su carisma de motivación y consejo, sumado a su amistad entrañable, la convirtieron en una referente para muchos sobre todo cuando los espacios de amistad miliciana tomaba la guitarra entre sus brazos y cantaba sus queridas zambas norteñas.

Su vida fue un testimonio de servicio y alegría, siempre guiada por el lema de ser «sobria en el uso de sus derechos y generosa en el cumplimiento de sus deberes». Su tarea era siempre un motivo de gozo.

Desde Fasta, elevamos una oración al Señor para que la reciba en su Casa y la haga partícipe del banquete celestial. Seguramente, allí Mariela, con su amada guitarra, entona las maravillas de la obra de Dios en su vida.

Testimonios

Alejandro Campos:

«La Negra era un ser entrañable, rico, profundo.
Donde intervenía, iluminaba.
Nos acompañó en el Boisdrón, en la Unsta, en las milicias, en la Fraternidad, en la Ufasta… mientras pudo, dio todo.
Siempre fiel a Fasta y al Cura,
Con sus rolplaying, nos decodificaba la vida. Nos enseñó tradiciones y nos cantó en innumerables fogones en San Martín de los Andes.
A Tus Órdenes, querida Mariela».

Alberto Barrera:

«La recuerdo especialmente cuando nos acompañó en los inicios de la Universidad en Bariloche. Ese contraste de gravedad profesional en los temas académicos y después su talento cantando y tocando la guitarra, era admirable. Rezo por su alma».

Patricia Rodríguez de Campos:

«Cuanto aprendimos de ella! Una gran maestra. Rezamos especialmente por su eterno descanso!»

Silvano Penna:

«Una genia la querida negra! Dejó huellas en la Unsta, el Boisdron y la Ufasta. Tuve la gracia de guitarrear con ella hace unos meses… Estaba feliz! Que Dios le abra de par en par las puertas del cielo».

Jorge Parravicini:

«En el San Alberto, en el colegio ingeniero José M Paz, y tantos coles, debe ser de las milicianas que más horas se viajó en ómnibus, descanse en paz y brille para ella la luz q no tiene fin». 

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