Comenzó el Plenario 2024: «la política más trascendente de los últimos tiempos es preservar el don profético de leer qué quiere Dios ´de´ y ´para´ nosotros como comunidad de salvación»
El Presidente y el Vicepresidente de Fasta abrieron las sesiones del Consejo Plenario 2024, con un concluyente discurso que duró 57 minutos. En él repasaron todos los temas que atañen al gobierno de la Ciudad Miliciana de los últimos 4 años. Destacaron especialmente «la transición que vivimos» como comunidad de salvación.
Carta de san Pablo a los Corintios
El discurso lo comenzó el padre César con la lectura de la carta a los Corintios y dijo que «estas palabras de San Pablo a los Corintos, son una profecía. El apóstol habla a los fieles en nombre de Dios». Luego destacó que «tal es la profecía: nos habla Dios, y nos explicita Su Voluntad: no predicarnos a nosotros mismos, no ser el centro de nuestros desvelos y vigilias. Predicar a Cristo Señor, redentor y salvador, centro de la historia y de nuestra historia; anunciar que con su venida, el Reino de Dios está cerca».
Conciencia y autoconciencia eclesial
Esta última frase fue el pie para reflexionar sobre la Conciencia y Autoconciencia Eclesial, trabajo que se realizó durante los últimos tres años.
La Iglesia del papa Francisco
Alejandro Campos brindó el marco de la Iglesia del papa Francisco destacando que «el pontificado de Francisco se da en un momento inédito de la humanidad y, por lo tanto, gozne en la historia de la Iglesia» y destacó muy sucintamente las notas que lo caracterizan: Cristo en el centro de la Iglesia, la sinodalidad como identidad misma de la Iglesia, la invitación a mirar a las periferias, una Iglesia en salida, la fraternidad como amor fundamental para este tiempo, la mujer en la sociedad y los roles dentro de la Iglesia.
También el padre César aportó algunas notas en la que se destacó la atención a los pobres y marginados, el cuidado de la Casa Común, el camino ecuménico, la reforma de la Curia Romana, la erradicación de la cultura del abuso, el Pacto Educativo Global y sobre todo la Misericordia.
Situados de pie, pero descalzos, frente al misterio
Luego volvió a tomar la palabra el Vicepresidente para subrayar que «la misión nos sitúa en la Iglesia contemplando al hombre. No se presenta a nuestra mirada el hombre que nosotros queremos que sea, sino el hombre que es como es, hoy. Con esta realidad de la Iglesia; en este mundo y frente a este hombre, se desarrolló nuestra misión en estos últimos 4 años».
Luego dijo que «el Padre Fundador en cada encrucijada, paró a Fasta en el marco de la Iglesia que le tocó» para luego afirmar contundente que «hoy nos toca situar a nuestra Ciudad en la Iglesia de Francisco».
El ministerio profético
Más adelante Alejandro Campos dijo que «no es un tiempo de cambios, sino un cambio de época» y destacó que la profecía nos convoca a ser «servidores de los hombres por Jesús: esa es la naturaleza y misión de la Iglesia. Por lo tanto, la naturaleza y misión de Fasta».
Contundente dijo que «leyéndonos a la luz de esta profecía, contemplaremos la intimidad más profunda de nuestro ser como comunidad: debemos y queremos ser COMUNIDAD DE SALVACIÓN».
Testigos de la palabra.
Tomó la palabra el padre César para afirmar que «encontramos en nuestra propia historia un punto clave, un acontecimiento. En 1997 la Iglesia nos llama a Roma para darnos un nuevo reconocimiento. Nos confirma en el itinerario histórico que veníamos llevando como comunidad de salvación».
También afirmó que «el mensaje de Dios como centro de la existencia, y como única salvación» para luego decir que «el resto de las cosas que nos caracterizan (nuestras opciones apostólicas preferenciales: juventud, familia y cultura; nuestro estilo; nuestros símbolos y expresiones; nuestro lenguaje propio, etc.) son muy importantes, siempre que estén al servicio de la misión de llevar los hombres a Cristo. A cada hombre». Por este motivo, afirmó, que «la autoconciencia eclesial es «contemplar» -y al mismo tiempo «sostener»- la Ciudad, porque Dios es el centro y la columna capital de aquella».
La transición que vivimos
Luego volvió a tomar la palabra Alejandro Campos para afirmar que «cuando iniciamos el actual período de Presidencia que concluye, propusimos 4 ejes ordenadores de nuestras políticas y acciones por venir: Ni delante ni detrás: caminamos con los pasos de la Iglesia; Lanzados a la Nueva Evangelización; Fidelidad y renovación; y Soñemos juntos.
Dijo que «estamos en una transición de la Ciudad» que puede puede describirse como impacto, como cambio en el “modo de estar” de Fasta en diversas dimensiones: La transición de la conciencia de una “Fasta institución”, a la plenitud de “Ciudad Miliciana»; La transición de una Fasta con la presencia física del Padre Fosbery, a una Ciudad que camina tras la pascua de su Fundador; Una transición en la conciencia de una obra laical, a una Ciudad eclesial; La transición de un modo de gobierno con el Fundador en la cabeza de la pirámide, a la apertura a nuevos espacios institucionales de discernimiento común y participación activa».
Padre nuestro, líbranos del mal
Por último el padre César pidió «al Padre que nos libre del Maligno»; Que nos libre de las dialécticas; Que nos libre (y nos perdone) las rupturas de la Fraternidad; Líbranos de los racionalismos: de enamorarnos de las categorías en desmedro de las personas; de las lecturas e intenciones ideológicas; 2Líbranos de la desesperación por cambiar todo. De la impaciencia; del arrebato; de la angustia»; Líbranos, Señor, de la desesperación para que no cambie nada.
Finalmente el padre César dijo que «también como Ciudad le pedimos al Padre que se haga Su Voluntad, tal como lo hacía nuestro Fundador. Es en esta vida miliciana donde nuestra existencia comunitaria adquiere todo su sentido teológico. Nos incorporamos a las filas de un ejército salvífico que solo admite como conductor a Aquel cuyo nombre está por sobre todo nombre: el Cristo, Rey de los ejércitos, nos convoca».