Después de dos fructíferos años de trabajo apostólico en Fasta Kinshasa, el misionero Martín Payen regresó a Argentina. Fue recibido esta mañana en el aeropuerto de Ezeiza por sus padres, los milicianos Jacques Payen y María Eugenia Graffigna, y por miembros del Directorio de Fasta. La emoción del reencuentro se extendió por la tarde en una reunión con el Padre Presidente de Fasta, Padre César Garcés, y el Vicepresidente Ejecutivo, Alejandro Campos.

Una misión en familia y comunidad
En su regreso, Martín compartió la profunda convicción de que «uno no va solo a la misión: vas con tu familia». Agradeció el apoyo de sus padres y destacó el acompañamiento de un grupo de oración que, desde la distancia, lo sostuvo. «Yo esperaba la conexión para rezar y verlos», confesó.
Martín partió con pocas expectativas, una actitud que, según él, lo ayudó a aceptar con facilidad los desafíos y a observar más detenidamente. Destacó la calidez y el afecto de la comunidad de Kinshasa, que lo recibió con los brazos abiertos. «Son muy expresivos: siempre me pedían que hable (y yo soy tímido)», comentó, y agregó que su disposición a comunicarse y escuchar ayuda a vencer la barrera cultural.
El crecimiento de los jóvenes
El trabajo con el Ruca fue una de las experiencias más enriquecedoras de su misión. Durante el primer año, observó y acompañó junto a Ben Michel y el Padre Eduardo. Luego, se enfocó en la formación y planificación para crear una nueva camada de líderes. «Es impresionante ver cómo cuando los apadrinas, cuando les das libertad y espacios, te sorprenden con un montón de cosas», afirmó. Los jóvenes se mostraron entusiasmados y comprometidos, yendo todos los días a trabajar en las distintas actividades. La clave, según Martín, fue transmitir el espíritu de Fasta: el trabajo voluntario y desinteresado.
El Padre César Garcés le recordó que ahora es el momento de contar «lo que hemos visto y oído», y Alejandro Campos señaló que la nueva misión de Martín será ser el testigo y el mensajero de la labor apostólica de Fasta en África, compartiendo su experiencia con la Ciudad Miliciana para seguir impulsando esta gran obra.








Felicitaciones Martín, El Señor te siga bendiciendo cada día, para darte a los que te necesitan.
A tus órdenes!!!
Julia Elbaba
Feliz de tenerte de regreso FLASH….
Que grande Martín, ese es el mayor testimonio del amor de Dios, la entrega desinteresada por el otro, te felicito
Gracias Martín por tu testimonio de servicio, entrega y amor al Tatita Dios! Un abrazo muy grande!