En una profunda demostración de fe y comunión, las familias de la comunidad y el colegio de FASTA Lobos peregrinaron a Luján el pasado domingo 2 de noviembre, en coincidencia con la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos.

La peregrinación fue organizada por la Dirección de Familia de la jurisdicción y se constituyó como una emotiva caravana. Participaron activamente miembros del colegio, incluyendo directivos, abuelos, padres e hijos, reforzando el vínculo entre la institución educativa y el Movimiento.

Ya en la Basílica de Luján, el padre Sebastián Vallejos Agostini celebró la Santa Misa de forma especial por todos los fieles difuntos y enfermos de la comunidad de FASTA y de FASTA Lobos. La peregrinación también contó con la presencia de la catherina Montserrat Alonso quien acompaña a la comunidad hace varios años.

La importancia de orar por los difuntos

Esta peregrinación es un acto de gran significado espiritual, ya que une la devoción mariana con la obligación de la caridad cristiana. El 2 de noviembre es una fecha de especial relevancia en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica:

• Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos: Es el día dedicado a la oración por las almas del Purgatorio. La Iglesia enseña que, a través de la Comunión de los Santos, los vivos podemos ofrecer oraciones, sacrificios y, sobre todo, la Eucaristía para ayudar a purificar las almas de los difuntos y acelerar su entrada a la gloria celestial.
• Esperanza y Caridad: Orar por los difuntos es un mandato de caridad y una expresión de la fe en la resurrección y la vida eterna. La Misa, al ser el sacrificio de Cristo, es considerada el medio más eficaz para interceder por las almas.

Para la comunidad de FASTA, peregrinar a Luján en esta fecha simboliza la unidad de la Ciudad Miliciana que se extiende más allá de la vida terrenal, encomendando a su Patrona, la Virgen, a aquellos que ya han partido. Es un testimonio público de la esperanza que sostiene la fe.