Queridos lectores y amigos de Hastadios:
Al encender la cuarta vela de nuestra Corona de Adviento y con el corazón ya puesto en el pesebre de Belén, queremos detenernos un momento para dar gracias. La Navidad es, ante todo, el misterio de un Dios que se hace encuentro, y en este 2025, nuestro encuentro diario con ustedes ha sido una de nuestras mayores bendiciones.
Este año que termina ha sido intenso y cargado de gracia. Juntos hemos recorrido la actualidad de nuestra Ciudad Miliciana: desde las misiones en las periferias de Kinshasa hasta los retiros de varones en Jujuy; desde los hitos académicos en nuestra Universidad, la vida apostólica en España, San Antonio, México, Costa Rica, Ecuador y Perú, hasta los sacramentos recibidos por nuestros alumnos. Cada nota, cada testimonio y cada historia compartida ha sido un modo de decir: Cristo vive y actúa entre nosotros.
Gracias por acompañarnos
Queremos agradecerles profundamente por estar del otro lado de la pantalla. Gracias por leernos, por compartir nuestras noticias y por permitir que Hastadios sea una ventana a la vitalidad espiritual de nuestra Fasta. Su compañía es el motor que nos impulsa a seguir comunicando la Verdad con alegría y audacia.
Una Navidad en la Verdad y el Amor
En esta Navidad de Nuestro Señor Jesucristo, nuestro deseo es que el Niño Dios encuentre en cada uno de sus hogares un pesebre cálido y dispuesto. Que la sencillez de Belén nos enseñe a valorar lo esencial y que la luz de la Verdad —esa que San José custodió con silencio y fidelidad— ilumine sus proyectos para el nuevo año.
¡Feliz Navidad y un bendecido Año Nuevo para todos los lectores de Hastadios!
«El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn 1,14).
El Equipo de Hastadios.com





