Quito: Marcha del varón 2025 «Peregrinos de Esperanza»

Nelson Santillan

Por el Mil. Oscar Aguilar jefe de formación de Fasta Quito

Los días 7 y 8 de junio tuvimos un hermoso encuentro espiritual, formativo y de amistad en una hacienda de Nono. El lema en esta ocasión fue: «Cristo, nuestro principio; Cristo, nuestra vida y nuestro guía; Cristo, nuestra esperanza y nuestro término.»

Muy temprano el sábado, con un paisaje majestuoso de la sierra ecuatoriana y con los volcanes Guagua y Ruco Pichincha como telón, y con una oración a nuestro Padre Dios iniciamos nuestra marcha del varón anual de nuestra comunidad.

Caminamos con dirección al Santuario de la Virgen de Alambi. Fueron 14 km de sudor y esfuerzo físico, pero estábamos fortalecidos con nuestro entusiasmo y animados con el canto de la marcha “Peregrinos de la Esperanza”.

En el camino rezamos con fervor el Santo Rosario, luego tuvimos momentos de reflexión, recordando al Padre fundador y como él con una visión de futuro ya había propuesto en el 50 avo aniversario de Fasta la consigna jubilar “Peregrinos de la Esperanza” que en este año estamos viviendo:

“Marchábamos -explica el Padre – tras un horizonte que se abría a nuestro espíritu. Cuando hacíamos cumbre, mirábamos hacia atrás para descubrir que en la vida las cosas se logran caminando.

Empezamos con un paso, que nos hizo subir montañas y descubrir que el esfuerzo, la disciplina, el fervor y la constancia hacen que las cosas se conquisten”.

Tuvimos varias paradas durante el día que nos permitieron a todos, participar con profundas reflexiones sobre lo que esta virtud teologal de “la Esperanza” significa en cada una de nuestras vidas, nuestras familias y nuestra comunidad.

Contamos también con la bendición de tener una charla que compartió el Padre Regente Andrés Quiroga, quién con mucha claridad nos explicó como nuestros Santos de la Iglesia vivieron y practicaron los dones del Espíritu Santo, de esta manera resaltó la importancia de la festividad de Pentecostés la cual la vivimos al siguiente día en la misa dominical.

En la noche tuvimos un tiempo para vivir nuestra amistad miliciana con cantos, bromas y mucha alegría, frente a una fogata, en una noche iluminada por una hermosa luna llena.

Disfrutamos también de unas ricas hamburguesas para luego llevarnos a un merecido descanso.

La jornada terminó el domingo de Pentecostés con la participación comunitaria en la iglesia parroquial de San Miguel de Nono, con la cálida acogida del padre Maximiliano Estupiñan, quien nos agradeció por nuestra presencia.

Todos compartimos un almuerzo con comida típica de la zona.

«Ponemos en oración por los frutos de la Marcha del Varón»

¡A tus órdenes!
Jurisdicción FASTA Quito

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