La comunidad de Fasta en San Antonio ha dado una calurosa muestra de su fervor y compromiso al recibir esta mañana en Houston al Padre César Garcés, Presidente de Fasta, y a Alejandro Campos, Vicepresidente Ejecutivo. En un gesto de profunda amistad y entrega, los miembros de los Grupos de Oración y Formación (GOF’s) de la ciudad texana no dudaron en recorrer las 200 millas que separan San Antonio de Houston para darles la bienvenida.

Esta calidez es un reflejo de la intensa vida comunitaria que Fasta ha desarrollado en San Antonio. A lo largo del año, los GOF’s se han destacado por su activa participación en diversas actividades que fortalecen lazos y nutren la fe. Han celebrado la amistad miliciana con tradiciones locales como «La Posada», compartiendo la fe en el Santo Rosario y un banquete con manjares mexicanos, demostrando cómo la fe se arraiga en la cultura.

Alejandro Campos expresó que «acá estamos en Houston, con los hermanos que nos fueron a recibir: Charo y Rafael Angel y Nubia Ramirez, Alma y su hija. De allí, marchamos a San Antonio». También afirmó con una sonrisa que «tuvimos una recepción cálida y colorida, (Cálida de corazón y de temperatura: 101° F)».

Su devoción también se ha manifestado en momentos clave del calendario litúrgico, como la solemne visita a los Siete Templos en la noche del Jueves Santo, un peregrinaje que los llevó por emblemáticas parroquias de San Antonio para meditar sobre la Pasión de Cristo. Además, han reflexionado y orado juntos durante Pentecostés, profundizando en el carisma de Fasta y la importancia del Espíritu Santo en la comunidad. La celebración del Día de Acción de Gracias, adaptada con un enfoque de gratitud y comunidad, también ha sido una muestra de su integración y vitalidad.

El Padre César y Alejandro Campos tendrán una apretada agenda en su visita, con una serie de encuentros con los «convivios» que conforman la comunidad de la Ciudad Miliciana en estas tierras norteamericanas. La visita es una ocasión para fortalecer lazos, ofrecer formación y continuar impulsando la misión de Fasta en una comunidad que, con su entrega, demuestra que la distancia no es un impedimento para vivir con pasión la fe y la fraternidad.