San Francisco, Córdoba – La comunidad de San Francisco vivió este sábado 21 de junio una Solemnidad de Corpus Christi cargada de emociones y significado, que incluyó la celebración de la institución de nuevos ministros de la Comunión. La tradicional procesión eucarística de la ciudad culminó en las instalaciones del Colegio Fasta Inmaculada Concepción, marcando un hito en la fe pública y la vida diocesana.

Durante la celebración, Monseñor Sergio Buenanueva, obispo diocesano, recordó las palabras del Beato Carlo Acutis, para quien «La Eucaristía era su autopista al cielo». Además, los fieles pudieron disfrutar de uno de los himnos más bonitos escritos por Santo Tomás de Aquino, cuya letra fue citada por el obispo: «Bajo la forma de pan y del vino, que son signos solamente, se ocultan preciosas realidades. Su carne es comida, y su sangre, bebida, pero bajo cada uno de estos signos, está Cristo todo entero. Se lo recibe íntegramente, sin que nadie pueda dividirlo ni quebrarlo ni partirlo…».

La culminación de la procesión en el Colegio Fasta Inmaculada Concepción ofreció un marco especial para la bendición final, reuniendo a fieles de diversas parroquias junto a la comunidad educativa de Fasta: alumnos, docentes y familias. Este evento no solo fue un acto de fe, sino también un signo de la vitalidad de la Iglesia local y la integración de las instituciones educativas en las celebraciones litúrgicas de la diócesis.

La Importancia de Corpus Christi para la Iglesia Católica

La Solemnidad del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) es una de las festividades más significativas del calendario litúrgico de la Iglesia Católica. Su importancia radica en la celebración y adoración pública del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, que se considera la presencia real de Jesucristo en el pan y el vino consagrados.

• Presencia Real de Cristo: El centro de esta fiesta es la creencia en que, bajo las especies de pan y vino, Jesús está verdaderamente presente con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Es la manifestación de que Cristo no solo murió y resucitó, sino que permanece vivo y cercano a su pueblo en el Sacramento.
• Agradecimiento y Adoración: Es una jornada dedicada a la acción de gracias por el don de la Eucaristía, instituida por Jesús en la Última Cena. Los fieles se congregan para adorar a Cristo presente en el Santísimo Sacramento, a menudo a través de procesiones públicas que expresan la fe de la comunidad.
• Comunión y Unidad: El término «Corpus» (Cuerpo) también hace referencia al Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia. La celebración de Corpus Christi refuerza la idea de la comunión y la unidad de los creyentes en torno a Jesús, quien los alimenta con su propio Cuerpo para que sean un solo Cuerpo en Él.
• Testimonio Público de Fe: Las procesiones de Corpus Christi son una expresión pública y solemne de la fe católica, llevando a Cristo Sacramentado por las calles para que sea adorado por todos y para que su presencia bendiga la ciudad y sus habitantes.
• Alimento Espiritual para la Misión: La Eucaristía es la fuente y la cumbre de la vida cristiana. Al alimentarse de Cristo, los fieles son fortalecidos para vivir su fe y cumplir su misión de evangelización en el mundo, llevando el amor de Dios a todos.

La festividad en San Francisco, con la institución de nuevos ministros de la Comunión y la procesión culminando en el colegio de Fasta, es un testimonio claro de cómo la Eucaristía vivifica a la comunidad, la impulsa al servicio y la proyecta en su misión de evangelizar la cultura.

Fuente: Obispado de San Francisco