Por Isa Mangudo de Burundarena
Viernes, sábado y domingo quedaron atrás. Milicianos , curas, catherinas y Fratis dejaron huellas en la estancia Lago Hermoso.
Un nuevo campamento nos reunió a todos alrededor del fogón. Cantos, bailes, coreografias de las más peques, gran sketch de escuderos y templarios. Y la conducción estelar de los Fratis.
El Padre Federico Rossini, celebró misa el sábado por la tarde. La creación fue templo para el encuentro con Jesús.
No faltó el tiempo para la formación. De la mano de la Catherina Belén Zecchin, tuvimos el tiempo de platica. Y como no podía ser de otra manera, el Jubileo fue el Protagonista. Los allí presentes, fuimos invitados a preparar nuestro corazón para ser verdaderos peregrinos de Esperanza. Llevar a Jesús, a donde el nos envíe.
Cansados de pastorear, pero felices y renovados en el corazón, vivimos otro Campamento jurisdiccional.
Agradecemos especialmente a la familia Steverlinck por abrirnos la tranquera de su casa otro años más.