Por Amparo Antonaya

Cómo el Señor se sirve de los consagrados a él más próximos, los sacerdotes (P. Lisandro ),Catherinas (Leonor) y en esta ocasión, con alegría, también el diácono Gabriel, para a través de charlas, conversaciones espirituales, examen de conciencia, acto penitencial y una maravillosa, preparada e inspirada por el Espíritu Santo, noche en Adoración al Santísimo, en el que juntos como comunidad fraterna que somos, nos llevan al Monte Tabor para montar tiendas, conforme a nuestro carisma, y quedarnos sólo con Él, con Jesús.
Cuando nadie me escuche, cuando no tenga a nadie, Dios siempre está. Esa es nuestra Fe y nuestra Esperanza como peregrinos en este caminar.

No estamos solos, peregrinamos con nuestras heridas, con nuestras tentaciones que juntos podemos sanar.
«No nos dejes caer en la tentación».

Estamos llamados a ser testigos de Esperanza en esta sociedad que tanto la necesita y que sólo si el hombre se ve frente a Dios, puede convertir la desesperación en Esperanza, la impaciencia, en paciencia y así llegar a la caridad con el hermano.

Esto es un poquito lo que hemos vivido este fin de semana en el Retiro espiritual Peregrinos de Esperanza, las comunidades de España en Siete Aguas (Valencia), en la casa de espiritualidad Verbum Dei.

Un abrazo fraterno

A tus órdenes!!