Por Mario Blangini

Por primera vez en nuestra ciudad, se celebró con profunda devoción la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, una manifestación pública de fe que reunió a niños, jóvenes, docentes y familias en una conmovedora procesión por las calles de San Carlos de Bariloche.

La jornada comenzó con la exposición del Santísimo Sacramento, que fue acompañado por los fieles en un recorrido hasta la Catedral, donde el Padre Francisco presidió la Santa Misa. En cada paso, se hizo presente el amor y la adoración al misterio eucarístico, reflejando el testimonio de los patronos Santo Tomás de Aquino y el beato Carlo Acutis, modelos de vida entregada a Cristo presente en la Eucaristía.

La ciudad fue testigo de una expresión de fe inédita, que unió a la comunidad educativa y a las familias en torno a Jesús Sacramentado, renovando el compromiso de vivir y transmitir su presencia viva y real entre nosotros.