Histórico: se abre una nueva Casa de las Catherinas

(Córdoba, 17/10/21)  Con una Santa Misa celebrada por el Presidente de Fasta en la ciudad de Córdoba se dejó fundada la segunda casa de la Fraternidad Apostólica Santa Catalina de Siena (Catherinas). La celebración fue acompañada por gran cantidad de milicianos de todas las edades de esta Jurisdicción.

También concelebraron el padre Matías Bao, Pedro Giunta, Esteban Poccioni, Roberto Zerillo acompañados también por el párroco del lugar.

La regente de las Catherinas designó a Ofelia Giunta y Belén Zecchin para llevar adelante esta nueva tarea apostólica en esa importante comunidad de Fasta. Ellas recibieron la missio en la ceremonia del viernes 15 donde Belén realizó su compromiso definitivo con la Fraternidad.

La Regente de la Fraternidad, miliciana licenciada Angela Varela expresó que «este es un acontecimiento histórico para las Catherinas por cuanto es la primera casa que se abre fuera de la Regencia que está situada en la ciudad de Buenos Aires».

La casa está ubicada muy cerca del Colegio Santo Domingo y es de destacar que toda la comunidad trabajó para restaurar una casa antigua  y la puesta en condiciones para la llegada de las catherinas.

Pablo Olivero, Presidente Jurisdiccional de Córdoba, expresó que «acá se pudo ver una comunidad viva, una comunidad que quiere seguir dando pasos en la Fe y eso es lo que estamos celebrando y dando gracias hoy» También afirmó que «en nombre de toda la comunidad quería destacar la labor de la miliciana Alicia Spilutini todo el esfuerzo para la concreción de la Casa de las Catherinas».

Posteriormente la misma Alicia hizo entrega de las llaves y el corte de cintas a cargo de Alejandro Campos y Angelita Varela.

http://https://youtu.be/eKLsZN1jzCU

La Fraternidad Apostólica Santa Catalina de Siena es un espacio sacral de realización de la vocación miliciana femenina.

Está conformada por aquellas mujeres que quieren abrazar una forma de vida evangélica de total entrega de sus vidas a Cristo, asumiendo el compromiso de la virginidad consagrada, viviendo la caridad y dando testimonio de la llegada del Reino de Dios entre los hombres.

Las promesas se ordenan a fundar el proyecto personal de santidad en el modelo de santificación de Santa Catalina de Siena y la espiritualidad dominicana; a vivir con fervor y magnanimidad el carisma de Fasta como proyecto apostólico común, con el acento en la evangelización de la mujer; y a asumir con fidelidad y obediencia las misiones encomendadas.

Son madres y hermanas espirituales de la Ciudad Miliciana y especialmente, de las mujeres de Fasta, a las que acompañan con su oración, su consejo y ejemplo.