Cine: «Fue la mano de Dios» 2021. Paolo Sorretino.
Crítica de cine, por Horacio Steffanina
Fue la mano de Dios. 2021. Paolo Sorretino.
Paolo Sorrentino, ganador del Oscar a mejor película extranjera con “La gran belleza”, en el año 2011, vuelve a su cine más personal e introspectivo con esta película. Los últimos proyectos fueron series, “El joven Papa” y “Silvio”, sobre Silvio Berlusconi. Y es de agradecer que vuelva las fuentes.
Ambientada en la década del 80 en Nápoles, de donde es oriundo, la historia tiene mucho de autobiografía. El mismo es el protagonista, mostrando su paso de la pubertad a la madurez en una ciudad que late con su propio ritmo.
Retrata de forma magistral la sociedad napolitana de clase media, casualmente en la época que Maradona es fichado por el Nápoles ante la incredulidad del mundo futbolístico. Sorrentino aprovecha su propia familia para contar la veneración hacia el astro y de paso hacer una semblanza de los napolitanos. Situado como espectador, el joven Fabiano es testigo y protagonista de la no muy buena relación entre sus padres, la convivencia entre sus hermanos y sobre todo su fascinación por su tía Patricia, su amor platónico. No es casual que la película comience con ella, en una escena que incluye figuras místicas de la creencia popular napolitana. Mostrando también la violencia domestica que las mujeres son víctimas.
Maradona es reverenciado como milagroso por este pueblo sanguíneo y fanático como ninguno. En la película no faltan escenas de realismo mágico. Todo retratado con humor y una excelente ambientación. La fotografía es maravillosa, la belleza de los paisajes son casi obras de arte.
A la mitad el film cambia el tono y el Fabiano observador se convierte en protagonista. El sufrimiento por una desgracia familiar lo obliga a tomar decisiones y comienza a gestarse la idea de convertirse en director de cine y seguir sus estudios en Roma. Algo que finalmente sucederá. En esta etapa se da también su iniciación sexual de manera inesperada. Todo contado con respeto a las tradiciones y mucho sentimiento.
Un film profundo y sensible a la vez. Que llega al corazón del espectador. A la altura de la mejor filmografía de Sorrentino. Imperdible.
Según mi modesta opinión 9/10.