Opinión: Los dichos de monseñor Gansweing
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- Nelson Santillan
- 9 de enero de 2023
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- ⛪Iglesia
Por Nelson Santillán
El 11 de febrero de 2013 la opinión pública mundial se asombró por la noticia de la abdicación del papa Benedicto XVI, la primera en más de 500 años en la historia de la santa Madre Iglesia, convirtiéndose en Papa Emérito. La renuncia se hizo efectiva 17 días después: el 28 de febrero de 2013.
A partir de ese día se trasladó por pocos meses a la villa de Castel Gandolfo cerca de Roma, mientras preparaban el monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano donde vivió hasta el 31 de diciembre, día en que partió a la Casa del Padre.
Benedicto XVI afirmó que su renuncia se debía a que «no tenía las fuerzas suficientes para afrontar el gobierno de la Iglesia» luego de una serie de hechos entre los que se destacaba el robo de sus papeles personales por parte de su mayordomo personal Paolo Gabrielle en lo que se denominó «los Vatileaks» .
Desde aquel 28 de febrero Benedicto mantuvo un bajísimo perfil afirmando que solo «rezaré por la Iglesia». Discreto y leal con el papa Francisco como cuando un grupo de cardenales conservadores lo fue a visitar al monasterio en medio del Sínodo de la Familia 2014 – 2015 para hacerle algún planteo al respecto. Inmediatamente pidió hablar con el Papa a quien informó personalmente de esa reunión.
Se lo vió muy pocas veces en público. Se recluyó de por vida en el convento.
Monseñor Georg Gansweing trabajó con él desde 1995 cuando el cardenal Ratzinger era Prefecto de la Doctrina de la Fe del papa Juan Pablo II. Cuando Ratzinger fue elegido papa en 2005 se convirtió en su secretario privado. Benedicto XVI lo nombró Prefecto de la Casa Pontificia en diciembre de 2012, solo dos meses antes de abdicar y lo consagró obispo el 6 de enero de 2013.
En los últimos días algunos medios de comunicación se hicieron eco de análisis en los que se manifiesta una «guerra entre conservadores y progresistas dentro de la Iglesia» luego de la muerte de Benedicto XVI y monseñor Gansweing sería el «líder» de los conservadores.
El jueves «don Georg», como lo llaman en el Vaticano, publicará su libro llamado “Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI” editado por Mondadori, editorial que ya envió algunos ejemplares a periodistas. También monseñor Gansweing concedió numerosas entrevistas en las que hizo revelaciones que creo no le habrían caído nada bien al difunto papa.
Entre esas afirmaciones Gänswein dijo que la limitación al uso del latín decretado por Francisco en 2020 le había “roto el corazón” a Benedicto. El reconocido vaticanista Austen Iveright en twiter esta mañana afirmó que «Gansweing hace público lo que Benedicto pretendía que fueran documentos y comentarios privados». Por ejemplo, comentarios completos que Benedicto le envió a Francisco sobre su entrevista de 2013 a Civitta Cattolica; párrafos en Evangelii Gaudium que Gansweing afirman turbaron a Benedicto; más las supuestas reacciones de Benedicto al sínodo familiar y Amoris Laetitia».
En una de las entrevistas monseñor Gansweing afirma que el papa emérito le ordenó que «los papeles privados de todo tipo deben ser destruidos. Esto debe hacerse sin excepciones y sin escapatorias» publicó el diario El Mundo de España lo que devela la intención de Benedicto, que no queden evidencias de las posibles diferencias que podrían haber con el Papa Francisco.
En 2020 hubo un episodio poco claro cuando se anunció la publicación del libro «Desde lo profundo de nuestros corazones» escrito a «cuatro manos» entre el papa emérito y el cardenal Sarah en el que se defendía el celibato sacerdotal. Todo esto en medio de las polémicas por el Sínodo del Amazonia. Cuando Benedicto se enteró pidió que retiraran su nombre como coautor del libro desconociendo tal proyecto quedando su secretario privado en un papel delicado. Poco después , en 2020 el papa Francisco relevó de las obligaciones como Prefecto de la Casa Pontificia a monseñor Gansweing.
En la mañana de Roma de este lunes 9 de enero el Papa Francisco recibió a monseñor Gansweing en audiencia privada. Nada se sabe de su contenido. Elisabetta Piqué, periodista en Roma del diario La Nación de Argentina se pregunta: «¿Qué se habrán dicho? ¿El arzobispo Georg Gänswein, secretario privado de Benedicto XVI, papa emérito, habrá sido despedido de su cargo de prefecto de la Casa Pontificia, que detenta formalmente desde hace más de diez años, pero que no ejerce efectivamente desde hace dos años, cuando Francisco le pidió que se tomara una licencia? ¿O don Georg, desde hace días en el ojo de la tormenta por la publicación de un libro que, según fragmentos anticipados, saca a relucir trapos sucios y venenos sobre la inédita convivencia entre los dos papas, uno en funciones y el otro retirado, le habrá pedido disculpas por este revuelo?».
Eran las preguntas que circulaban por la mañana en Roma. ¿Serán las respuestas de la curia romana a las constituciones apostólicas promulgadas hace pocos meses por el papa Francisco?
Un monseñor que pidió reserva nos dijo que «la curia no está acostumbrada a que el papa gobierne» refiriéndose a los últimos años del papado de san Juan Pablo II y el breve papado de Benedicto XVI.
Otro importante dirigente de la Iglesia de acceso a los pasillos vaticanos nos dijo que «este es un tema de poder. Otro papa a los conservadores, en la Iglesia que tanto defienden, no les hubieran dejado abrir la boca para pronunciar las críticas que ellos hacen». Para luego afirmar que «se creen más elegidos por el Espíritu Santo que el Papa: son mesiánicos».
«Ganswein dice que fue difícil crear un clima de confianza con Francisco. El libro muestra por qué Francisco tenía razón al no confiar en él» afirma Austen Ivereight, para cerrar luego «me quedo pensando: ¿Cuál es la diferencia, moralmente, entre lo que hizo el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, en 2012 y lo que ha hecho su secretario privado en 2023?».
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Comentarios (5)
Julia Elbaba
11 Ene 2023Benedicto XVI, con su gran amor a la Iglesia y por lo tanto a Pedro, al Papa Francisco, no se merece esto. Mucho menos de su persona de confianza.
Martín Monedero
02 Mar 2023Con el debido respeto, no entendí el sentido de la nota.
Parece que se le otorga más credibilidad a Elisabetta Pique, o a fuentes no identificadas, que al propio Gansweing que, como bien dice la nota, gozó de la confianza de Benedicto durante más de 25 años.
Nelson Santillan
02 Mar 2023Estimado Martín, las fuentes de los periodistas no se identifican. Pero sí te puedo afirmar, porque lo hizo público, que el cardenal Schonborn dijo que la publicación del libro fue una “indiscreción indecorosa” y se distanció de ella. La declaración en el sitio web de la arquidiócesis lo citó diciendo: “No creo que sea correcto que se publiquen cosas tan confidenciales, especialmente por parte del secretario personal”. https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/interna-en-el-vaticano-un-cardenal-cercano-a-benedicto-xvi-critico-las-memorias-del-secretario-del-nid19012023/
Martín Monedero
03 Mar 2023Estimado Nelson Gracias por la respuesta y la aclaración.
Martín Monedero
03 Mar 2023Entiendo que los periodistas reserven fuente. También creo que el conflicto es delicado y que monseñor Ganswein se merece un voto de confianza de todos nosotros, ya que lo mereció del Papa Benedicto durante tantos años.
Es un hombre que ha prestado grandes servicios a la iglesia y que pudo haber sido indiscreto, o no, dejo ese juicio para los cardenales, pero de ninguna manera lo considero un enemigo de Su Santidad, como sugiere Piqué (no vos).
Un abrazo en Cristo