Fasta San Pablo: 132 km con la fuerza de la fe
Milicianos de Fasta San Pablo peregrinaron por el «Camino de la Fe que uno San Pablo con el santuario de Aparecida. Lluvia, frío, calor, acompañaron el camino, inspirado en el milenario Camino De Santiago de Compostela (España). Ilsa nos cuenta el significado para Fasta de este recorrido que hicieron enarbolando la bandera brasileña con el logo del Jubileo.
Era nuestra primera peregrinación, conocida como el «Camino de la fe», hicimos un tramo de 132km, no sabíamos nada del recorrido.
El primer día, existe la ansiedad y motivación por completar 40 km, iniciamos nuestro camino rezando el Rosario, luego en algunos tramos cantamos cantos religiosos, pero como en todo camino tenemos obstáculos que superar, y había una montaña (cuesta arriba ) de 4 km muy inclinados, y el sol estaba fuerte, no contábamos con la deshidratación, y eso requería un gran esfuerzo físico, hubo momentos en que sentimos que no lo lograríamos, pero con determinación y siempre diciendo que Dios es nuestra fuerza, logramos ganar el primer día.
Segundo día, tenemos que continuar con la subida, ahora eran 7 km, como salimos a las 5 am era más fácil de lograr y ya estábamos más preparados con los suministros necesarios para enfrentar el total de 38 km. El desgaste físico y el dolor en los pies eran fuertes, cada paso era una victoria.
Tercer día, después de subir la montaña, llegamos a una altura de aproximadamente 1800 metros sobre el nivel del mar, con un hermoso paisaje para contemplar las bellezas y meditar, siempre con el Rosario en la mano y con el pensamiento en Dios y pidiendo la intersección de María. con la necesidad de bajar por esta región montañosa, con 14 km de bajada, y muchas piedras en el camino, superamos este obstáculo y completamos otros 30 km en este recorrido.
Cuarto y último día, ya con mucho dolor físico, pies lesionados, rodillas hinchadas, faltan completar 21 km…
Durante estos cuatro días en todas nuestras oraciones pedimos por las obras de Fasta, por los sacerdotes, por el Año Jubilar y, ponemos Fasta Brasil en manos de Dios, y de todos los enfermos, en especial de nuestro amigo Daniel Medina, en cada capilla pasamos por el camino hicimos una oración por todos.
En los últimos 10km la emoción se fue apoderando y ya no fue posible contener las lágrimas, y nuestra llegada al santuario fue una sensación indescriptible de poder concluir y encontrar fuerzas para otro momento de oración en la casa del Caballero.
«¿Quién dices que soy?» Esa pregunta fue el Evangelio de la Misa de hoy.
Respondamos: Tú eres el Cristo, el único Cristo.
Es con fe y con una fe renovada que concluimos nuestro camino.
Ilza Carla M Sousa