El cardenal Ambongo insta a la reconciliación en un continente africano fracturado
Por Ngala Killian Chimtom, 23 de julio de 2024, Corresponsal en África para Cruxnow
YAOUNDÉ, Camerún – En un continente africano fracturado, un destacado cardenal africano ha instado a la Iglesia a devolver la esperanza a un pueblo que ya se encamina hacia la desesperanza.
“El continente africano está lleno de problemas: pobreza real, inestabilidad política, violencia, conflictos étnicos y religiosos, guerras, terrorismo, migraciones y refugiados, mal gobierno, corrupción, degradación ambiental, tráfico de armas y drogas, así como de personas. Hay desesperación y una mala gestión de los recursos naturales”, afirmó el cardenal congoleño Fridolin Ambongo, de Kinshasa.
En una declaración compartida con Crux antes del 55 aniversario del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar, SECAM, el cardenal pidió a la Iglesia “proclamar la Buena Nueva de Jesucristo, que es esperanza, paz, alegría, armonía, amor y unidad, porque nuestro continente todavía tiene hambre de Jesucristo, que es la única fuente de verdadera reconciliación”.
Dijo que la verdadera reconciliación también tiene que ver con la justicia y la paz, valores que son parte integral de la evangelización.
“El compromiso por la paz, la justicia, los derechos humanos y la promoción humana es también un testimonio del Evangelio cuando es signo de preocupación por las personas y está orientado al desarrollo humano integral”, afirmó Ambongo.
Dijo que la evangelización debe promover iniciativas que contribuyan al desarrollo y ennoblecimiento de las personas en su existencia espiritual y material y debe denunciar y combatir todo lo que degrada y destruye a la persona.
“Por tanto, cada miembro de la Iglesia-Familia de Dios en África está llamado a anunciar el Evangelio de la esperanza dondequiera que se encuentre: los cristianos que ocupan puestos en los que ejercen el poder del Estado, ya sea en la administración de asuntos públicos, o aquellos que son militantes de un partido político”, afirmó el cardenal.
“Quienes trabajan en el campo de la economía deben asumir sus responsabilidades según los dictados del Evangelio y convertirse así en levadura que transforme las instituciones y la sociedad desde dentro, haciendo desaparecer las estructuras del pecado, la violencia, la corrupción y la injusticia. Sólo así la Iglesia en África será verdaderamente la Familia de Dios, donde sus miembros se reconcilien con Dios, con la sociedad y entre sí”, continuó.
Ambongo –quien también es presidente del SECAM- elogió el crecimiento ya registrado por la Iglesia en África, evidente no sólo en el número de cristianos –constituyen el 18 por ciento de la población africana– sino también en el hecho de que África ahora exporta clérigos a Europa y América, donde “el secularismo está alejando cada vez a más personas de la Iglesia”.
Pero la Iglesia en África se enfrenta a importantes desafíos, según el padre Stan Chu Ilo, profesor asociado de la Universidad de St Michael’s College de la Universidad de Toronto. Uno de ellos será unir a los pueblos fragmentados de África, afirmó.
“Hay tanta división en la sociedad, tanto conflicto y tanta tensión interna en las iglesias”, dijo a Crux .
“No se habla mucho de estos temas, pero me parece que el principal desafío es crear un pueblo para Dios. Los africanos necesitan encontrar en su continente este sentido de conexión y un vínculo de amor. Hoy en día, todos hablamos de ubuntu en África, pero a menudo no se ve amor en nuestras comunidades, donde hay guerras constantes, divisiones, exclusivismo, etnocentrismo, política regional y tensión entre africanos francófonos y anglófonos”, dijo Chu Ilo.
Lamentó que África no haya reservado un domingo cada año como Día de la Reconciliación, como recomendó el Segundo Sínodo Africano.
“África necesita reconciliarse consigo misma y esto implica la cuestión de la identidad: ¿nuestras iglesias e instituciones están hechas en África o son simplemente parches? ¿Nuestra liturgia está hecha en África? ¿Nuestra cultura clerical, laica y religiosa está hecha en África? Parece que crear un pueblo es un desafío muy importante para que la Iglesia en África sea verdaderamente una Iglesia contextualizada e inculturada que sirva a las necesidades de todo el pueblo de Dios en África, sanado de la división y el seccionalismo”, dijo Chu Ilo a Crux .
Un segundo desafío a la Iglesia según Chu Ilo tiene que ver con la dependencia de las Iglesias africanas del sustento financiero de Occidente.
“Las diócesis católicas africanas –todas ellas– siguen estando bajo la ‘protección’ de Propaganda Fide. Los obispos son elegidos a través de Propaganda for Africa, pero en otras partes del mundo la elección se hace a través del Dicasterio para los Obispos”, afirmó.
Instó a la Iglesia de Roma a reconocer que África ha alcanzado la mayoría de edad y debe ser tratada como adulta, y pidió a los obispos locales de África que trabajen duro “para ser independientes y no tener que pedir constantemente ayuda a las agencias occidentales”.
“Esto no le da a África respeto, reconocimiento ni autoridad”, afirmó Chu Ilo.
Señaló que la pobreza y la política son el tercer desafío que enfrenta la Iglesia en África. Señaló que hay tanta gente sufriendo en el continente e instó a la Iglesia Católica a utilizar su gran número de fieles para “lograr una transformación social en el mundo de la pobreza”.
“Es una contradicción tener tantos fieles en la Iglesia que reciben el mensaje del Evangelio pero cuya vida se ha quedado en una historia de sufrimiento. La Iglesia debería convertirse en la Iglesia de los pobres y para los pobres en África, pero la Iglesia en África tiene muchos bienes y no debería seguir presentándose como una Iglesia necesitada”, explicó.
Dijo que las iglesias en África pueden convertirse en un fuerte capital social al apoyar la agricultura y la producción de alimentos, el compromiso político para el buen gobierno, la promoción de la educación católica y la educación de calidad, y la buena salud.
Chu Ilo identificó el aumento de la juventud en la era digital como una oportunidad que, lamentablemente, la Iglesia no ha aprovechado. Se quejó de que la Iglesia en África parece no tener una agenda clara en esta área y señaló que esto planteará un serio desafío “a la supervivencia de la Iglesia en África con el auge del pentecostalismo, la nueva era y otras formas de opciones tentadoras en la era digital”.
“Si hoy la juventud africana pierde la fe, será difícil imaginar lo que ocurrirá en el futuro”, dijo a Crux .
Subrayó la necesidad de que la Iglesia africana destine más recursos a la evangelización y el empoderamiento de los jóvenes y, con ello, una mayor participación de los laicos.
“En África seguimos siendo una iglesia centrada en los sacerdotes y los obispos y esto no será una buena base para el futuro. Necesitamos formar y equipar a nuestros miembros laicos y adoptar la corresponsabilidad y la participación compartida como marco para construir la iglesia en África de manera sinodal para el trabajo de la misión, el desarrollo integral y la salvación integral”, dijo a Crux .