RDC: el cardenal Ambongo califica las elecciones nacionales de «desastre gigantesco y organizado»
Por Ngala Killian Chimtom para Cruxnow
30 de diciembre de 2023 Corresponsal en África
YAOUNDÉ, Camerún – Los observadores cristianos en la República Democrática del Congo (RDC) emitieron un informe provisional después de las elecciones del 20 de diciembre en la nación africana, criticando irregularidades a gran escala que, según dijeron, podrían socavar la integridad de la votación.
Tanto la Iglesia católica como la misión de observación de la Iglesia de Cristo en la República Democrática del Congo desplegaron unas 25.000 personas para supervisar las elecciones, el mayor cuerpo de observadores independientes jamás utilizado en el vasto país centroafricano.
“Un candidato se destacó del resto, ya que más de la mitad de los votos fue para él solo”, dijo monseñor Donatien Nshole, secretario general de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo.
Aunque Nshole no mencionó el nombre de ese candidato, los medios locales de la República Democrática del Congo han declarado ampliamente que el actual candidato, Felix Tshisekedi, es el ganador.
Los resultados parciales publicados por la comisión electoral el jueves dieron a Tshisekedi el 76 por ciento de los 12,5 millones de votos contados hasta ahora. Eso significaría que Tshisekedi, de 60 años y que busca un segundo mandato de cinco años, obtuvo 9,5 millones de votos. Le siguieron el empresario y ex gobernador del estado sudoriental de Katanga, Moïse Katumbi, con un 16,5 por ciento, y Martin Fayulu, con un 4,4 por ciento.
Otros veinte candidatos en la papeleta, incluido el premio Nobel de la Paz Denis Mukwege, no lograron obtener más del 1 por ciento.
Casi 44 millones de votantes, de una población total de alrededor de 100 millones, fueron llamados a las urnas.
En su informe del jueves, Nshole dijo que los observadores de la Iglesia “documentaron numerosos casos de irregularidades que probablemente afectarían la integridad de los resultados de varias encuestas, en ciertos lugares”.
Unos 44 millones de votantes de la República Democrática del Congo y de la diáspora congoleña fueron llamados a las urnas para elegir un Presidente, 484 miembros de la Asamblea Nacional, 715 miembros de las Asambleas Provinciales y 311 miembros de los consejos municipales.
Por ley, se suponía que las elecciones tendrían lugar en un solo día, pero problemas logísticos obligaron a la Comisión Electoral Independiente a extender la votación aproximadamente una semana. El 27 de diciembre todavía se estaban votando en varios lugares.
Nshole cuestionó la legalidad y constitucionalidad de tal extensión e insistió en que el organismo de gestión electoral proporcione información clara sobre lo que sucedió con los votos emitidos más allá del día oficial de las elecciones. También instó a la comisión electoral a publicar los resultados provisionales mesa por mesa.
El principal clérigo del país, el cardenal Fridolin Ambongo de Kinshasa, ha calificado las elecciones como un “desastre gigantesco y organizado”.
En su homilía del día de Navidad en la catedral de Notre-Dame du Congo en el distrito Gombe de Kinshasa, el arzobispo de Kinshasa dijo: “Con entusiasmo y determinación, salimos en gran número a expresar nuestras preferencias democráticas”.
«Pero lo que debería haber sido una gran celebración de los valores democráticos rápidamente se convirtió en frustración para muchos», dijo el clérigo.
“Las elecciones fueron un caos gigantesco y organizado. Todos ustedes son testigos de esto”, dijo el cardenal, refiriéndose en particular a lo que llamó “imágenes insoportables de una mujer siendo abusada sexualmente porque había votado por la oposición”.
“¿Qué imagen estamos dando de nuestro país en el escenario internacional? ¿Cómo podemos hundirnos tan bajo? se preguntó el prelado.
En medio de la frustración, el cardenal instó a “precaución y moderación”.
“Estamos esperando los informes de las distintas misiones de observación, en particular el de la misión conjunta de la Iglesia católica y la Iglesia protestante, que podrían ayudarnos a medir las irregularidades observadas y evaluar su impacto en la credibilidad de estas elecciones”, dijo.
Los líderes de la oposición han desestimado las elecciones calificándolas de fraude y prometieron no aceptar el resultado de la votación.
“Nunca aceptaremos esta farsa de elecciones y estos resultados”, dijo el miércoles el líder de la oposición Martin Fayulu, poco después de que la policía impidiera su manifestación de protesta postelectoral.
Dijo que los resultados provisionales que favorecen en gran medida al titular fueron el resultado de un “fraude organizado y planificado”.
El Ministro del Interior, Peter Kazadi, dijo que la protesta fue prohibida porque estaba diseñada para «socavar el proceso electoral».
Uno de los principales rivales de Tshisekedi, Moise Katumbi, también criticó al gobierno por hacer todo lo que estaba en su poder para inclinar las elecciones a favor del presidente y pidió la cancelación de la votación. Otros candidatos de la oposición también están pidiendo una repetición, pero el gobierno ha rechazado todas esas solicitudes.
Se teme que las crecientes tensiones puedan degenerar en agitación política en un país ya acosado por una creciente inseguridad en el este, donde decenas de milicias han estado luchando por el control de la riqueza mineral de la región.
Kazadi intentó tranquilizar a la población diciendo el martes que el gobierno había tomado medidas «para garantizar que reine la paz». Otro portavoz del gobierno prometió que “el caos no ha ocurrido ni sucederá”.