La Ciudad Miliciana despidió a María Belén

En el Camposanto de los Jardines de Paz – Lurín de la ciudad de Lima, toda la Ciudad Miliciana despidió esta mañana a la pequeña María Belén Bastos Núñez en medio de canciones y marchas de Fasta.

Toda la comunidad de Fasta Lima acompañó a la familia de Javier Bastos y Melissa  Núñez en esta última despedida  de la niña, quien partió a la Casa del Padre el pasado martes 20 de agosto.

Para la cita, la familia había pedido «por favor no utilizar el color negro para la ropa. De preferencia utilizar los colores de María Belén: rosado, lila, fucsia y blanco».

El velorio se realizó  los días 20 y 21 de agosto en la sala Nuestra Señora de Fátima. Hoy la jornada comenzó con una misa de cuerpo presente celebrada por el padre Enrique Silvano, capellán de la comunidad. Durante la homilía el padre Enrique dijo que «hoy es la fiesta de María Reina. No hay casualidades: el día que despedimos a Belén, su segunda Madre la recibe en el Cielo. Jesús asume la humanidad a través de María. Acompañó guardando las cosas en el Corazón».

Luego dijo que «María es la Madre del Con suelo: reunió a los apóstoles y los consoló. Hoy María está en medio de nosotros y nos entrega su consuelo ¿Qué más podemos hacer que entregarle a Belén y pedirle que nos consuele? María es la Madre de la Paz: le pidamos la paz. Pidámosle el consuelo. Y le pidamos que la reciba y la entreguemos».

Finalmente afirmó que «ya está Belén en la casa del Padre, que interceda a ÉL por nosotros». Al final de la Misa «Coco» Bastos, pasdre de Javier y abuelo de la María Belén hizo el saludo miliciano.

Cuando finalizó la misa, la gran cantidad de presentes acompañó los restos de la pequeña María Belén a su morada final entonando canciones y marchas de Fasta, como Boina Orejeada, la canción de la miliciana, la Marcha de Fasta Perú.

Estuvo presente el vicepresidente ejecutivo de Fasta, Alejandro Campos en nombre de toda Fasta quien dijo que «realmente fue un testimonio de vida cristiana, de esperanza en medio del dolor y de la victoria de la vida sobre la muerte».

También dijo que «la Pascua de María Belén fue un acontecimiento para toda la familia y para toda esta comunidad».

En las palabras finales de su mamá Melissa pidió  a María Belén que interceda «por sus padres, por sus abuelos, por los enfermos y por la refundación y crecimiento de la Fasta en Lima».