Nuestro primer campamento de Alpa Corral, Rio Cuarto, Córdoba, 1963

HastaDIOS.com le pidió a Héctor Partridge que nos cuente su visita a los campamentos de jóvenes que se realizan en la provincia de Córdoba y su reflexión sobre el primer campamento y estos de 60 años después.

Por Héctor Partridge (*)

El día 7 de enero partí desde Córdoba hacia Alpa Corral, después de casi cuatro horas de viaje llegue a destino:  la gruta de la Virgen de Lourdes, el lugar donde realizamos nuestro primer campamento de la Milicia Juvenil Santo Tomás de Aquino.

Recientemente fundada hacía solo 3 meses en Leones el 7 de Octubre de 1962. Allí nos reunimos templarios y escuderos de los únicos dos Rucas existentes, Nahuel y Curá, mas algunos acampantes llegados de Buenos Aires, al mando de Juan Carlos Vega, a su vez Jefe del Campamento, y unos pocos jóvenes que venían del colegio de los dominicos en El Retiro, Molinari, éramos alrededor de 70
milicianos, nuestros capellanes Fray Bernardo Fosbery O.P. y Fray Miguel Cardozo O.P.

Esa tarde del 7 de enero, mientras charlábamos con el Padre Esteban y algunos milicianos que habían llegado, esperábamos a los templarios y escuderos que estaban marchando desde el lugar del campamento actual hasta la gruta, llegaron cantando y portando estandartes alrededor de 380 milicianos, después de 13 km de marcha; allí almorzaron, se refrescaron en el rio cristalino y luego estoicamente
soportaron una charla de unos 45 minutos.

Me permití transmitir una apreciación de lo que fue esa primera experiencia campamentera:

…..Llegó el día esperado, salíamos para el campamento, nos concentramos en el Salón Parroquial, nuestro primer Ruca; y encabezados por Don Guillermo, con un birrete del ejército y una manta terciada sobre su torso, partimos en fila las dos primeras escuadras de templarios, fuimos caminando las pocas cuadras que separaban la Iglesia de la estación de ferrocarril, acompañados de nuestros familiares y provocando la curiosidad de aquellos parroquianos que veían este extraño grupo de jóvenes, mochilas al hombro y boinas orejeadas, cantando algunas de las recién aprendidas marchas:

Somos los campamenteros / Hombres recios sin Igual / Una voluntad de acero / y en el corazón bondad…Era una marcha heredada de AMAD, (Agrupación Misionera Dominicana) precursora de FASTA.

Llegamos a Alpa Corral; la logística había fallado, las carpas prometidas no llegaron; por suerte el seco y cálido clima cordobés nos permitió pasar los primeros días durmiendo bajo los sauces, y guardando algunas cosas bajo el techo de la ermita de la virgen. La Providencia nos estaba mostrando el camino, aunque estuviéramos a la intemperie, El Señor cubría nuestras necesidades a través del Manto protector de su Santa Madre.

Éramos unos pocos, aún no habían llegado el grupo de escuderos de Leones y cuando lo hicieron vinieron con unas carpas prestadas por grupos Scouts de Rio Cuarto, ya estábamos todos.

La diana nos despertaba, nos lavábamos en el arroyo e íbamos a la plaza de armas a la formación; la presentación de las escuadras al Jefe de Día, el rezo, izar la bandera, la consigna, la orden del día y las canciones. Todo ello enmarcado en un espacio maravilloso que nos mostraba la obra creadora de Dios, que sensación de verdadera libertad, la libertad de los hijos de Dios; las enseñanzas de nuestras máximas y charlas de formación, se veían concretadas en esos días de alegre y austera vida de campamento, algo estaba cambiando dentro nuestro, ya no volvimos a nuestros hogares siendo los mismos, la llama de querer vivir una juventud distinta, una juventud que respondiera a los desafíos, una juventud que amara lo difícil y lo heroico, había anidado en nuestros corazones.

…Llegamos marchando al son de canciones campamenteras, nos instalamos en la plaza del pueblo e iniciamos el fogón, nuestros improvisados artistas deleitaban con sus chistes y canciones acompañados por la guitarra de Fernando, a aquellos habitantes de Alpa Corral que se habían acercado curiosos para conocer y acompañar a este llamativo y alegre grupo de niños y jóvenes; en ese fogón final del primer campamento, ellos sin saberlo fueron testigos del comienzo de un Peregrinar que ya lleva 60 años… ……….

Luego respondí a preguntas e inquietudes de los jóvenes y concluyendo la charla se prepararon para la misa y yo partí hacia el campamento de la agrupación Femenina.

Después de dos horas de camino ( en auto), llegué a Santa Catalina, al Batallón de Arsenales, lugar donde está implantado el campamento, me reuní con las Adalides Mayores, casi 100 jóvenes alegres y bulliciosas, que mientras cenaban tuvieron que soportar una pesada charla sobre los primeros pasos de la entonces Milicia Juvenil, aquellas a las que el cansancio y él sueño no las venció, se mostraron muy interesadas no solo en conocer el pasado, que les contara mis experiencias con el Fundador, sino en saber cuál es la relación con el presente y el futuro de la Ciudad  Miliciana, pasadas las 23 horas me despedí e inicié mi regreso.

Fue para mí una experiencia inolvidable, hace muchos años atrás tuve un pensamiento en el que me veía como una persona mayor, en un campamento de muchos niños y jóvenes con los que compartía y a quienes no conocía, este pensamiento se cumplió, ver el crecimiento y desarrollo de La Ciudad Miliciana, y tantos Niños y Jóvenes con el fervor y entusiasmo de los primeros tiempos, me da la certeza de que Fray Bernardo nos sigue guiando en nuestro caminar como Peregrinos de Esperanza.

(*) Héctor Partridge es uno de los fundadores de Fasta, nacido en Leones. Médico de Profesión, fue Rector de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta) , Ministro de Educación de la Provincia de Tucumán, y Delegado Rectoral de la Ufasta en Bariloche.