Cardenal Pizzaballa de Tierra Santa dice que las protestas universitarias en EE.UU. tienen un enfoque equivocado
Por Elise Ann Allen para Cruxnow, 2 de mayo de 2024
Traducción: HastaDIOS.com
ROMA – A medida que aumentan las protestas antiisraelíes en los campus universitarios de todo Estados Unidos, el cardenal Pierbattista Pizzaballa de Jerusalén criticó las manifestaciones y dijo que las instituciones académicas deberían ser lugares de intercambio pacífico.
“Confieso que me cuesta entenderlo. Las universidades son lugares donde el compromiso cultural, incluso acalorado, incluso duro, debe estar abierto 360 grados, donde el compromiso con ideas fuertes que son completamente diferentes debe expresarse no con violencia, no con boicots, sino sabiendo cómo participar”, afirmó.
En declaraciones a los periodistas frente a la iglesia de Sant’Onofrio en Roma, Pizzaballa dijo que “el mundo es así. El mundo está hecho de diferentes opiniones que deben involucrarse (unas con otras), no excluyéndose, sino razonando”.
Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, se encontraba en Roma para tomar posesión de su iglesia titular, Sant’Onofrio, iglesia madre de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, después de haber sido nombrado cardenal por el Papa Francisco en septiembre pasado.
Pizzaballa se vio obligado a acortar su viaje a Roma después del consistorio del año pasado debido al ataque de Hamás del 7 de octubre contra Israel y a la ofensiva militar de represalia de Israel en Gaza, que se transformó en una guerra a gran escala que se ha cobrado miles de vidas civiles y amenaza con expandirse a un conflicto regional más amplio.
Debía tomar posesión de su iglesia titular el 15 de abril; sin embargo, no pudo y la misa de celebración de la ocasión fue reprogramada para el 1 de mayo, que marca tanto la fiesta católica de San José Trabajador como el Día del Trabajo italiano.
Sus comentarios sobre las protestas universitarias en Estados Unidos se producen en medio de una escalada de tensiones en los últimos días, ya que los estudiantes y las fuerzas del orden se han involucrado en enfrentamientos en ocasiones violentos, lo que ha resultado en una serie de arrestos de estudiantes.
Durante semanas, las protestas contra la guerra entre Israel y Hamas han paralizado decenas de colegios y universidades en todo Estados Unidos, incluidas escuelas prestigiosas como Yale, Harvard, Columbia, Vanderbilt, Cornnell, Johns Hopkins, Virginia Tech, Brown, Princeton y Rutgers.
Los estudiantes han encabezado marchas, han organizado sentadas y levantado tiendas de campaña y, más recientemente, han tomado edificios universitarios, han exhibido pancartas y han pedido la desinversión de cualquier vínculo financiero con Israel mientras el número de muertos en Gaza sigue aumentando.
Algunos estudiantes judíos se han quejado de que las protestas se han vuelto antisemitas y han dicho que tienen miedo de poner un pie en sus campus, mientras que han estallado peleas entre grupos pro palestinos y pro israelíes en los campus de todo el país.
Decenas de personas fueron arrestadas el lunes durante protestas en universidades de Texas, Utah y Virginia, mientras que en Columbia los estudiantes fueron suspendidos antes de irrumpir en el Hamilton Hall del campus el martes y atrincherarse, lo que provocó un duro enfrentamiento con la policía que resultó en docenas de arrestos más.
Hasta el martes, el número de arrestos de estudiantes en universidades de todo el país rondaba los 1.000, y los manifestantes exigían amnistía en las negociaciones a medida que se acercaban las ceremonias finales de graduación.
Algunas universidades han comenzado a impartir clases en línea debido a la interrupción de la asistencia presencial en el campus.
En sus comentarios a los periodistas, Pizzaballa dijo que las negociaciones en medio de la guerra de Gaza están en curso y que «quizás algo avance, eso esperamos».
«En cualquier caso, la situación sigue siendo muy dramática, pesada y difícil», afirmó, añadiendo que más allá de las cuestiones militares, «que existen y son graves», y del empeoramiento de la situación humanitaria en Gaza, «el profundo surco del odio y la ira que hay entre las poblaciones” es motivo de especial preocupación.
La ferocidad de estos sentimientos, dijo, “nos hace comprender que el tiempo será muy largo y que se necesita un liderazgo capaz de infundir confianza con una gran visión de futuro, sabiendo sin embargo que requerirá mucho tiempo y mucho de paciencia porque las heridas aún son demasiado profundas”.
A la misa del martes por Pizzaballa asistió el embajador estadounidense ante la Santa Sede, Joseph Donnelly.
También asistieron los cardenales Leonardo Sandri, ex prefecto del Dicasterio Vaticano para las Iglesias Orientales, y Fernando Filoni, actual Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro y ex prefecto del Dicasterio Vaticano para la Evangelización de los Pueblos.
Pizzaballa en su homilía se refirió a la guerra en curso en Gaza y dijo: “En Tierra Santa estamos viviendo uno de los momentos más difíciles de nuestra historia reciente, y probablemente no sólo de la historia reciente”.
«El impacto de esta guerra en la vida de la Iglesia ha sido enorme, mucho más que cualquier otra guerra o cualquier otro conflicto», dijo, expresando la esperanza de que «algo empiece a cambiar».
Las perspectivas para el futuro desarrollo regional son difíciles de vislumbrar en el momento actual, dijo, y dijo: «en este momento estamos en una situación en la que el surco entre israelíes y palestinos, entre las diversas comunidades y entidades religiosas, es más profundo que nunca». estado.»
“Es un momento en el que todos estamos esperando algo grande, que algo cambie el rumbo, la historia de los acontecimientos. Deseamos que Estados Unidos resuelva el problema, todos deseamos que las negociaciones de paz terminen con algo grande, importante, de una manera que marque la historia”, afirmó.
Sin embargo, lamentó que en cambio “vemos que no pasa nada”, salvo un puñado de pequeños esfuerzos que pueden parecer meramente “cosméticos”.
Al ofrecer una visión espiritual de la situación, Pizzaballa dijo que el deseo de “algo nuevo que resuelva el problema” es natural, pero dijo: “No es así como crece el Reino de Dios”.
“Ese Reino de Dios que Jesús comenzó a anunciar… crece en comunidad, con los gestos de la comunidad, con calma, poco a poco”.
El reino de Dios, dijo, “no es el milagro que se hace y que cambia el destino del mundo”, sino que es “la semilla arrojada a la tierra que muere, y que poco a poco crece y da fruto”. No hace ningún ruido, pero crece con una fuerza inagotable que viene del corazón, el amor de Dios”.
Como Iglesia, los miembros en Tierra Santa, Roma y en todo el mundo, “deben ser capaces de ver las realidades de este mundo en esa luz pascual de Cristo, nacido y muerto por amor, y resucitado por el poder del Santo Espíritu.»
“Incluso en un momento tan trágico y difícil como este, estamos llamados a ser la presencia del Reino de Dios que crece, incluso dentro de esta guerra”, dijo Pizzaballa, afirmando que la paz no es simplemente “algo que se debe hacer”, sino Para los cristianos, “la paz es una manera de estar en la vida, es un estilo”.
“Es la capacidad y el coraje de creer en el otro, sea quien sea, y de saber amar, incluso cuando no se comprende, y de buscar a toda costa caminos de reconciliación”, dijo.
Pizzaballa subrayó la importancia de unir los conceptos de verdad, justicia y perdón, diciendo que “la verdad y la justicia sin perdón son recriminación, y el perdón sin verdad y justicia es justificación del mal que se hace”.
Elogió los signos de la presencia de Dios que dijo ver en Tierra Santa en medio de la guerra, incluidas amistades que han perdurado y nuevas amistades que se han forjado, así como el deseo de muchos “de crear espacios de encuentro a pesar de todo, especialmente en esa tierra donde el encuentro parece algo alejado de nuestra realidad”.