Contundentes definiciones del Papa en una entrevista a CBS
La Iglesia está abierta a todos: «Todos, todos, todos». El Papa Francisco reitera una vez más el principio de acogida, piedra angular de su pontificado, en la entrevista concedida a Norah O’Donnell, directora de «CBS Evening News». “El Evangelio es para todos”, subraya el Papa, para todos los que somos pecadores: “Yo también soy pecador”. Y «si la Iglesia pone una aduana a su puerta, deja de ser la Iglesia de Cristo», afirma Francisco.
Ofreció una aclaración sobre la cuestión de las bendiciones para las uniones homosexuales, de la que habla el documento doctrinal Fiducia supplicans. «La bendición es para todos»: cada persona puede ser bendecida, pero no la unión homosexual, explica el Pontífice: «Lo que permití fue no bendecir la unión». Esto va en contra de «la ley de la Iglesia».
La gestación subrogada es un negocio
También sobre la homosexualidad, el periodista recuerda cuando el Papa afirmó que «la homosexualidad no es un delito». «No. Es un hecho humano», responde Francesco. Si bien vuelve a estigmatizar la gestación subrogada «se ha convertido en un negocio: y esto es muy malo. Es muy negativo». Para algunas mujeres, por ejemplo las que están enfermas, esta podría ser la única esperanza, observa la periodista. «Podría ser. La otra esperanza es la adopción”, responde el Papa, invitándonos a no eludir el principio moral.
Las críticas de los «conservadores»
Cuando se le pregunta sobre las críticas que le dirigen algunos obispos conservadores de los Estados Unidos de América, el Papa responde: «Un conservador es alguien que se aferra a algo y no quiere ver más allá. Es una actitud suicida, porque una cosa es tener en cuenta la tradición, considerar las situaciones del pasado, pero otra es encerrarse en una caja dogmática».
El llamamiento a los países en guerra: «¡Alto!»
En la entrevista, realizada en preparación de la Jornada Mundial del Niño los días 25 y 26 de mayo en Roma, la mirada no puede dejar de dirigirse a los más pequeños, empezando por los que sufren en la guerra: en Gaza, en Ucrania, con los niños que » He olvidado cómo sonreír.» Precisamente pensando en ellos, el obispo de Roma lanza un llamamiento a los países en guerra: «Alto. Detengan la guerra. Debes encontrar una manera de negociar la paz. Esfuércese por alcanzar la paz. Una paz negociada siempre es mejor que una guerra sin fin… Por favor, detente. Negociar.»
Las ideologías siempre son malas.
Centrándose en la guerra en Israel y Gaza, por lo tanto en las protestas en los campus universitarios y en el creciente antisemitismo, el Pontífice reitera que: «Toda ideología es mala, y el antisemitismo es una ideología, y es mala. Todo “anti” siempre es malo. Se puede criticar a un gobierno u otro, al gobierno israelí, al gobierno palestino. Puedes criticar todo lo que quieras, pero no «anti» a un pueblo. Ni antipalestinos ni antisemitas.»
Migrantes, mucha gente «se lava las manos»
En el mismo sentido, Jorge Mario Bergoglio, hablando del sufrimiento de muchos inmigrantes, denuncia que mucha gente «se lava las manos: hay muchos Poncios Pilates sueltos por ahí… que ven lo que está pasando, las guerras, las injusticias, los crímenes… Es la indiferencia… Por favor, debemos hacer que nuestro corazón vuelva a sentir. No podemos permanecer indiferentes ante estas tragedias humanas. La globalización de la indiferencia es una enfermedad muy mala».
El Papa considera «pura locura» la noticia, mencionada por O’Donnell, de que el Estado de Texas está intentando cerrar una asociación católica en la frontera con México que ofrece asistencia humanitaria a inmigrantes indocumentados. “Cerrar la frontera y dejarlos ahí es una locura”, afirma. «Hay que acoger al migrante. Luego veremos cómo gestionarlo. Tal vez necesitemos enviarlo de regreso, no lo sé, pero cada caso debe ser considerado de manera humana».
No se puede tolerar ningún abuso
En la entrevista no falta una mención a la cuestión de los abusos en la Iglesia, un crimen que el Papa repite: «No se puede tolerar». Al mismo tiempo reconoce que hay que seguir «haciendo más», porque «lamentablemente la tragedia de los abusos es enorme» y debemos conseguir que esto no sólo sea castigado sino que no vuelva a suceder.
No a las mujeres diáconos
Sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, el Papa reitera que son ellas las que provocan «todo tipo de cambios», porque «son más valientes que los hombres» y «saben proteger mejor la vida». Pero «hacer espacio a las mujeres en la Iglesia no significa darles un ministerio. La Iglesia es madre y las mujeres en la Iglesia son quienes ayudan a promover esta maternidad», señala el Papa. Sin embargo, reitera su no a la posibilidad de la ordenación femenina: «Si hablamos de diáconos con el Orden Sagrado, no . Pero las mujeres siempre han tenido, diría yo, la función de diaconisas sin ser diáconos, ¿no? Las mujeres son de gran servicio como mujeres, no como ministras, como ministras en este sentido, dentro de las Sagradas Órdenes».
La crisis climática es un punto de no retorno
El juicio del Papa sobre la crisis climática de nuestro tiempo es severo: «Lamentablemente hemos llegado a un punto de no retorno», afirma en la segunda parte de la entrevista. «El calentamiento global es un problema grave. El cambio climático en este momento es un camino hacia la muerte». Para el Papa es «algo provocado». «Usted culpó a los países ricos…», sugiere el periodista. “En gran medida sí”, responde Francisco, “porque son quienes tienen una economía y una energía basadas en combustibles fósiles los que están creando esta situación”. Por lo tanto, los propios países pueden «marcar la diferencia, teniendo en cuenta su industria y todo lo demás», pero «es muy difícil crear conciencia al respecto». Organizan una conferencia, todos están de acuerdo, firman y luego adiós. Pero debemos ser muy claros: el calentamiento global es alarmante».
Salud y próximos viajes
Como en cada entrevista, es inevitable una mención a su salud: «¿Mi salud? Está bien», explica el Papa Francisco sonriendo. Una vez más niega su intención de renunciar al papado: «Nunca se me ocurrió. Tal vez si llega el día en que mi salud ya no pueda continuar. Quizás… porque la única dolencia que tengo es la de la rodilla, que está mejorando mucho. Pero nunca pensé en eso».
En cuanto a los viajes previstos, además de los confirmados en Asia y Oceanía y el de Bélgica y Luxemburgo todos en septiembre, el Pontífice añade la posibilidad de una escala en Estados Unidos para la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas: «Es no seguro. Es una posibilidad… Si voy – dice – será para hablar de paz. Si se presentara la oportunidad, estaría dispuesto a ir».
L´Osservatore Romano, 21 de mayo de 2024