La comunidad de Fasta Resistencia vivió un intenso y fructífero retiro espiritual anual durante este fin de semana, centrado en la profunda reflexión sobre las Llagas del Resucitado como fuente de comprensión y vivencia del amor en sus diversas dimensiones.

El encuentro, que congregó a miembros de las distintas ramas y apostolados de Fasta Resistencia, fue guiado por las predicaciones del Padre Miguel Rayón. A través de sus enseñanzas, los participantes fueron invitados a contemplar las heridas gloriosas de Cristo resucitado como signos palpables del amor de Dios por la humanidad y como camino para comprender y practicar el amor en la propia vida.

La temática central del retiro se desarrolló en torno a las cinco dimensiones del amor, exploradas a la luz de las Llagas de Jesús:

• Amor a Dios: Contemplar las llagas como la máxima expresión del sacrificio de amor de Dios por nosotros, invitándonos a una respuesta de entrega total y confianza filial.
• Amor al alma propia: Reconocer la propia dignidad como hijos de Dios, amándonos con la misma misericordia con la que Cristo nos amó y sanó nuestras heridas espirituales.
• Amor al alma del otro: Ver en cada prójimo, especialmente en aquellos que sufren, el rostro de Cristo llagado, impulsándonos a la compasión, la escucha y el servicio desinteresado.
• Amor al cuerpo del otro: Respetar y valorar la integridad física del otro como templo del Espíritu Santo, promoviendo el cuidado y la fraternidad en las relaciones.
• Amor al cuerpo propio: Asumir el propio cuerpo como instrumento de servicio y manifestación del amor de Dios, cuidándolo con responsabilidad y gratitud.

El Padre Miguel Rayón guio a los participantes a través de momentos de oración personal, reflexión comunitaria y celebraciones litúrgicas, ayudándolos a profundizar en cada una de estas dimensiones del amor a la luz del Misterio Pascual. La contemplación de las Llagas del Resucitado se presentó como una puerta de acceso a la comprensión de un amor que se entrega hasta el extremo y que transforma el sufrimiento en fuente de vida nueva.

Este retiro anual se consolida como un espacio fundamental para el crecimiento espiritual y la renovación del compromiso cristiano de la comunidad de Fasta Resistencia. A través de la reflexión profunda y la guía del Padre Miguel Rayón, los participantes fortalecieron su fe y renovaron su propósito de vivir el amor en todas sus dimensiones, siguiendo el ejemplo del Señor Resucitado.

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