Julián Farah: Un Juglar Contemporáneo
Bajo el cielo generoso de Suardi, un pequeño pueblo anclado en la provincia de Santa Fe, floreció el talento de un joven que encarna el espíritu vibrante de nuestro tiempo: Julián Farah, un auténtico juglar contemporáneo.
Desde temprana edad, Julián demostró un vivo interés tanto por el deporte como por el arte, trazando su propio camino entre las canchas del «Club Sportivo Suardi» y los acordes de una guitarra. En ese ambiente de efervescencia juvenil, el básquet se convirtió en su pasión indiscutible, mientras que en el terreno artístico, el eco de su música resonaba en cada rincón del pueblo.
A los 15 años, entre acordes y melodías, Julián fundó una banda de rock con amigos, marcando el inicio de una travesía que lo llevaría a explorar las profundidades de la actuación y el teatro. Fue así como, con el coraje propio de la juventud, se sumergió en el arte escénico, abrazando una pasión que marcaría su destino de manera indeleble.
El rumbo de Julián dio un giro significativo cuando, a los 18 años, emprendió su viaje hacia Córdoba, donde residía su hermano. Inicialmente inmerso en los estudios de ciencias económicas, descubrió que su verdadera vocación yacía en las tablas del teatro.
Con determinación inquebrantable, se adentró en la escuela de artes dramáticas «Jolie Libois», donde se destacó como uno de los más brillantes talentos de su generación y forjando una conexión indeleble con su maestro y amigo, Guillermo Ianni.
Paralelamente, enriqueció su experiencia artística actuando en musicales infantiles de la productora cordobesa «La Llave Mágica», ampliando así su horizonte escénico y consolidando su amor por las tablas. Giras teatrales y temporadas de verano en Carlos Paz.
Talleres de oratoria, expresión corporal, canto y danza fueron el lienzo sobre el cual Julián pintó su formación integral, preparándose para un futuro lleno de desafíos y oportunidades. La vida de Julián Farah trasciende el escenario, encontrando un propósito más profundo en la comunidad y la fe.
Desde su infancia en Suardi, donde participaba activamente en los grupos juveniles de la Iglesia, hasta su compromiso con la agrupación miliciana de Ruca Champaquí, Julián ha cultivado vínculos sólidos y ha encontrado inspiración en el servicio a los demás.
En el año 2015, su vida dio un giro significativo al responder a la invitación de Milagros Bernardi, una colega miliciana, que le introdujo a un nuevo mundo de compromiso y servicio. Desde entonces, su vocación miliciana floreció con fuerza, transformando su visión del mundo y su papel en él.
El llamado a la docencia resonó con fuerza en el corazón de Julián cuando, en 2016, recibió la oportunidad de impartir clases en el colegio Fasta Villa Eucarística, una experiencia que avivó su faceta formadora y lo llevó a explorar nuevos horizontes pedagógicos. En el ámbito de la producción teatral, Julián encontró en la creación de Diadema Producciones, junto a su amigo y socio Gonzalo Rojas, una plataforma para materializar sus sueños escénicos y acercar el arte a todos los públicos. Con comedias cargadas de mensaje y risas, cautivaron al público, consolidándose como actor y productor.
Para Julián Farah, el arte, la docencia y el compromiso comunitario son pilares fundamentales que guían su camino. Con una determinación inquebrantable, ha forjado su trayectoria como un verdadero juglar contemporáneo, inspirando a otros con su entusiasmo, alegría y optimismo.
Su familia, que lo acompañó en cada paso de su búsqueda vocacional, es testigo de su dedicación y de su valentía al seguir sus pasiones. Con una sed insaciable de conocimiento y experiencias, Julián continúa en su viaje, dejando una huella indeleble en cada corazón que toca y llevando consigo la luz del arte y el servicio a los demás.
Lic. Carola Foster, Editora de Arte y Cultura