Susana Sartor: «con monseñor Pironio organizamos las primeras Jornadas de Jóvenes en Mar del Plata»
Por Vali Susana Sartor (*)
De monseñor Pironio tengo grandes recuerdos desde los primeros cursos que se realizaban en Buenos Aires en las escuelas de dirigentes. Nosotros viajábamos a esos cursos con Bebi Sebastiani y luego de unos años formamos parte de las Jóvenes de Acción Católica. Teníamos muchos encuentros, mucha participación. Se abrieron las puertas de los colegios, de las parroquias y empezamos a tener los grupos juveniles en todo lo que era la diócesis de Mar del Plata.
Cuando llega monseñor Pironio a la diócesis en 1972 tuvimos la dicha de organizar los primeros Jornadas de Jóvenes en Mar del Plata. Recuerdo que trabajamos muchísimo en los que pudimos convocar a 5.000 mujeres un día y 7.000 varones otro día, en lo que era en Estadio Bristol por la calle Luro. Para esa época era muchísima gente.
La obra de monseñor Pironio en Mar del Plata fue excepcional desde el punto de vista espiritual. Él estuvo muy ligado a los jóvenes y fueron los años de muchas vocaciones tanto de varones y mujeres que entraron a los seminarios y los conventos para la Iglesia. Asombraba la cantidad de jóvenes que se volcaron al servicio del Señor. Recuerdo particularmente a una alumna de nuestro colegio que ingresó con las hermanas carmelitas.
Recuerdo especialmente a Carlos Malfa que guiado especialmente por monseñor Pironio descubrió su vocación sacerdotal.
Cuando llegó Fasta a Mar del Plata he aprovechado muchas de las enseñanzas que nos dejó Pironio. Desde que se fue a Roma siempre quise visitarlo y tuve la gracias de Dios que en el año 1997 el padre Fosbery nos invitó a participar de una peregrinación a Roma donde lo encontramos.
Él hizo mucho por Fasta para que fuera aprobada como institución de la Iglesia comprometida con la familia, la juventud y la cultura. Ese fue el momento más importante de mi vida con Pironio. Lo vi, lo saludé, conversamos junto al padre Fosbery y cuando me vio me dijo: «Susana!!! Como han trabajado. Las recuerdo con mucho cariño. Gracias por todo lo que han hecho». Eso fue para mí algo extraordinario gracias al padre Fosbery.
Cuando sus restos llegaron a Argentina y fueron sepultados en la basílica de Luján, he tratado de ir todos los años a rezar a su tumba. Siempre. He ido a rezar siempre por él porque yo sabía que en algún momento sería beato. Él era un santo. Un iluminado. Amaba a la Virgen. Era un hombre extraordinario entregado plenamente a su misión.
El Colegio San Vicente estuvo muy ligado a monseñor Pironio. Yo recuerdo que con la hermana Delmira iniciamos el Movimiento de Acción Católica interno con las alumnas.
(*) Susana es Notable de la Ciudad Miliciana, miliciana oficializada de Fasta Mar del Plata. Fue secretaria del Colegio Fasta San Vicente de Paul de Mar del Plata. Cuando Fasta llegó a la ciudad fue una de las primeras en abrazar el desafío. Fue la primera secretaria general de la Universidad Fasta. El cardenal Pironio fue obispo de Mar del Plata desde 1972 a 1975.