Durante el día de hoy martes 19 y mañana 20 de noviembre las catherinas trealizarán su Consejo Plenario para discernir, evaluar y tomar decisiones respecto a varios objetivos, entre los que se encuentran:
▪️Recoger las conclusiones del Consejo Plenario de Fasta 2024 y analizar cómo serán asumidas las decisiones y propuestas.
▪️Continuar con el desarrollo de la política prioritaria institucional “Vos esti lux mundi”, y la acciones formativas y de capacitación.
▪️Analizar las adecuaciones y modificaciones necesarias a realizar en el Reglamento Particular de la Fraternidad.
▪️Reunir las conclusiones del presente Consejo General y proyectar su horizonte formativo y apostólico para los próximos años.
El padre César celebró la misa con la que se dio inicio al Consejo y en su homilía dijo, entre otras cosas que
«Hoy las Catherinas deben ser el Zaqueo de la Ciudad»
La Palabra siempre se hace presente en el aquí y el ahora.
Esa Palabra se me revela y me habla.
Me toca entender lo que la Palabra me está diciendo y, para ello, debo primero aquietar el corazón.
Hay una figura que nos ilustra: el vórtice de los huracanes (figura que usaba mucho el Fundador) Un vórtice es el centro de un huracán: allí los vientos no soplan y hay paz. ¿Cómo haré para pararme en la paz del vórtice?
El evangelio de hoy nos habla de Zaqueo. Él quiere ver a Jesús y no puede hacerlo; hay mucha gente y él es de baja estatura. Sube al sicomoro para verlo.
¿Qué es lo que no nos deja ver a Jesús? ¿Cuál es vórtice en el cual debo situarme para que los vientos no me nuble la vista?… ¿Cuál es el árbol al cual me subiré para ver a Jesús?
Subir no es fácil, pero sólo así puedo ver a Jesús. Y si no lo veo a Jesús, el tema es que el no podrá verme.
Una vez que Zaqueo esta arriba, Jesús le pide que baje, que se acerque.
Y le dice que prepare su casa, pues Él quiere ir a su casa a alojarse, que la prepare.
Zaqueo baja y ya es un hombre distinto, transformado, convertido. Su corazón y su historia son distintos.
… Los que están alrededor no entienden lo que pasa, no entienden esta conmoción del corazón: no entienden que Jesús viera a Zaqueo con los ojos que lo miraban. No entienden que Zaqueo, como pecador, lo recibiera a Jesús en su casa, y no entienden que Jesús es de esa casa. No entienden que le cambie la vida, y no entienden la respuesta de Zaqueo y no entienden el amor de Dios. No entienden porque le aplican la medida humana, y esa medida, aunque tenga razón, no le alcanza a la humanidad.
Todo esto que vale en una relación personal con Dios ¿Saben que vale también una relación de la comunidad?
Porque este Evangelio que nos regala hoy el Señor para iniciar el Consejo
Todo esto hoy se aplica a las Catherinas.
Hoy son las que tienen que hacer todo el camino; hoy lasCatherinad son las que tienen que preguntarse ¿Cuáles son los obstáculos que no nos dejan ver a Jesús? Tienen que buscar cuáles son los propósitos para subirnos aquí para contemplar a Jesús. Tienen que dejar que Jesús las mire, les hable, y tienen que escuchar que Jesús les diga «Bajá…bajen porque necesito que me lleven a mi casa, que es el corazón de cada uno de ustedes»
Hoy las Catherinas deben ser el Zaqueo de la Ciudad: tienen que llevar a Jesús, al corazón de la Ciudad, para que Jesús entre en esta casa, en las comunidades. Que ese amor sea un amor modificador, que sea un amor que nos educa y que no nos quede otra respuesta qué el amor
