Con el inicio de un nuevo ciclo lectivo, las risas y la alegría regresan hoy a los pasillos del Collège Père Fosbery. El colegio ha abierto por primera vez una segunda línea para el primer grado de primaria, un paso que refleja su constante crecimiento. Actualmente, la institución acoge a más de 400 niños, lo que demuestra su sólido avance en la misión educativa en África.
El progreso ha sido posible gracias a la inauguración de nuevas obras que responden al aumento de la matrícula. A finales de 2024, se inauguraron tres nuevas aulas, una capilla, una portería y un patio cubierto. La bendición de estos nuevos espacios estuvo a cargo del Nuncio Apostólico en Kinshasa, Monseñor Mitja Leskovar.

Este crecimiento es el fruto del apoyo y la colaboración de distintas entidades y personas. Las obras se hicieron realidad gracias a la ayuda económica y a las donaciones de benefactores. Además, colegios de Valencia, España, han donado mesas, sillas y pizarrones para equipar las aulas.
La dirección del colegio, a cargo de la representante legal Aimerance Phoba, ve con esperanza este nuevo ciclo lectivo, reafirmando el compromiso de la institución de ofrecer una formación integral a los niños y jóvenes de Kinshasa. Las obras, que continúan con la edificación de seis nuevas aulas, son un signo tangible de la vitalidad de la misión de Fasta y de la labor de la Red Educativa en este continente.







