Cine: «Being the Ricardos»
Crítica de cine, por Horacio Steffanina
Being the Ricardos. 2021. Aaron Sorkin
La película se enfoca en una semana en la vida de Lucille Ball, posiblemente la actriz más carismática de la TV americana de todos los tiempos. Su programa televisivo o siticom, como se llama este tipo de propuestas en la actualidad, era visto en vivo por más de 60 millones de personas. Lo que lo convierte en un mito insuperable en audiencia y éxito. Estamos hablando de principios de la década del 60. La música era en vivo, había un formato de voz en off que contaba lo que estaba por suceder, los actores actuaban con público presente que festejaba los gags y aplaudía cuando algo le gustaba. Todo esto era en verdad un gran esfuerzo de producción, actores talentosos con formación teatral y un equipo de guionistas que permanentemente generaban nuevas ideas para conformar al público. Por detrás de todo este esfuerzo y supervisando hasta el último detalle aparece la figura de Lucille Ball. Una actriz talentosa que siempre respetó los valores del personaje que ella misma había creado y al público que era su audiencia. Durante la primera década de su show televisivo, formo dupla con su marido, Desi Armaz, un actor y cantante cubano, de gran éxito en esos momentos. Nicole Kidman y Javier Barden interpretan a los actores y en realidad están bien caracterizados.
El director, utilizando un recurso bastante común en los biotips, nos muestra un falso documental, donde figuras aparentemente reales del elenco, cuentan lo sucedido en la semana en cuestión. En realidad, estos acontecimientos, no sucedieron al mismo tiempo, y la línea temporal entre uno y otro es de varios años. Pero para crear una especie de suspenso y emoción, el argumento es válido.
Bueno, la trama es más o menos así, uno de los periódicos más importantes de New York, descubre un pasado turbio ocurrido en la juventud de la actriz y su afiliación al partido comunista. En esa época, una acusación de este tipo, de ser cierta, acababa con la carrera de cualquier actor. Al mismo tiempo, se conocía el embarazo de la protagonista, que genera un fuerte rechazo de los productores del programa, una empresa tabacalera, y amenazan con sacarlo del aire. Finalmente, las relaciones con su marido y su compañero en la ficción en el sitcom, llegan a un punto final luego de salir a luz varias infidelidades de este.
La sensación que queda es que son demasiadas cosas para estar incluidas en una sola película. Cada una de las situaciones podría haber dado a lugar a una historia, y también hubiese sido efectiva. Sin embargo, la trama no pierde interés en ningún momento y no se hace confusa. En gran parte, esto se debe a la gran actuación de Nicole Kidman, que logra una caracterización fantástica, transmitiendo en todo momento las angustias y pesares que debe enfrentar la actriz en la vida real y lo hace convincentemente.
Por otro lado, el director, nos ofrece flashback de distintos momentos en la vida del matrimonio, para dar a o conocer un poco de su vida privada y su relación. Posiblemente estos vistazos al pasado sean lo mejor de la película. Logra encontrar, con gran sentido del timing, momentos claves en sus vidas antes de terminar frente a las cámaras de tv.
En resumen, una película sólida, muy bien actuada, que nos permite conocer un poco de la vida de una actriz mítica en el mundo del espectáculo. Definitivamente vale la pena conocer a los Ricardos.
Según mi modesta opinión, 8/10.