Durante la santa misa concelebrada por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent Vidal, el presidente de Fasta, padre César Garcés y el capellán de Fasta Valencia, padre Lisandro Scarabino, alumnos del colegio Fasta Madre Sacramento recibieron el sacramento de la Confirmación.
La emocionante ceremonia se realizó en la capilla del Colegio siendo la primera vez que monseñor Benavent Vidal visita a la Comunidad de Fasta. Estuvieron acompañados por familiares, alumnos, profesores, directivos y fasteanos.
17 jóvenes han recibido el sacramento y al momento final, dos de ellos, Nohelia Y Samuel han expresado unas conmovedoras palabras para Paula, su tutora de confirmación, «alguien que ha estado con nosotros durante este camino, queremos darte las gracias de corazón, por tu entrega, tu cercanía y tu alegría en cada clase, durante estos dos años. Nos has ayudado a crecer, a reflexionar y a entender el verdadero significado de lo que estamos celebrando hoy. También nos has mostrado que la fe no es solo rezar, sino también actuar con respeto, con amor y con conciencia. Gracias por todo lo que has hecho por nosotros, por tu entrega y por tu forma de ser».
También han agradecido al arzobispo por su presencia en la misa y «al Padre Lisandro por su facilidad para enseñar la palabra de Dios en sus misas, como también la cercanía con la que nos trata siempre a todos, con esa felicidad incondicional que le describe». Recordaron y agradecieron también «al Padre David y al Padre Alberto, con los que coincidimos casi toda nuestra vida, y desde pequeños son los que nos han ensañado la fe en Dios».
Un párrafo aparte lo dedicaron «a nuestros catequistas y profesores, desde infantil hasta la ESO, que desde muy pequeños nos han inculcado los valores de la fe en este colegio. Gracias por estar aquí», dijeron.
Finalmente dijeron que «este día no marca un final, sino un nuevo comienzo. Hoy recibimos una fuerza nueva para vivir el Evangelio.
Queremos ser luz en el mundo, ser testigos del amor de Dios. Llevar lo que hemos recibido a quienes más lo necesitan. Gracias, de verdad, a todos los que han hecho posible este momento, por la generosidad y cariño que nos dais. Que el Espíritu Santo siga guiando nuestros pasos cada día. Y que nunca perdamos la alegría de ser hijos de Dios».