Cine: «El Rey Richard»
Crítica de cine, por Horacio Steffanina
El rey Richard. 2021. Reinaldo Marcus Green
Todo el mundo deportivo conoce y admira a las hermanas Williams. Venus, la mayor, ha ganado 6 torneos de Grand Slam e infinidad de torneos a lo largo de su trayectoria como tenista. Serena, la menor, es la mejor tenista femenina de todos los tiempos, lleva 23 torneos de Grand Slam y muchas veces fue la número 1 indiscutida del ranking ATP. Pero no es solo eso, es también una luchadora incansable por los derechos de las mujeres en el deporte. Conociendo a su padre y su historia, uno entiende hasta qué punto debió batallar en la vida para tener oportunidades, tanto en lo deportivo como en lo social.
Creo que la película es eso. Un reconocimiento al esfuerzo y a la tenacidad. Claro, con un talento inigualable de ambas hermanas.
Si uno no supiera que la historia es cierta, no creería nada de lo relatado. Desde el primer momento que empezó a entrenar a sus hijas, Richard Williams, tuvo la convicción de que ambas cambiarían la historia del tenis femenino y serían las mejores. Exceso de confianza, sí, pedantería, sí. Pero muchos si positivos más. En un deporte de elite, donde las cuotas de los clubes son altas, no hay lugar para clase media, menos para afroamericanos. El tenis, salvo honrosas excepciones, aún hoy sigue siendo un deporte de blancos. Seguramente con el tiempo, esto se modificará, pero solo hay que mirar los rankings mundiales de ambos sexos para ver la realidad.
El tozudo Richard, diseño un plan para sus hijas. En él, había lugar para la dignidad, para la educación, para la familia y para el profesionalismo. Y logró su cometido, casi de forma increíble. Si uno piensa que las entrenaba en una cancha pública casi destruida y rodeada de pandillas, ni en el más optimista de los sueños se podía pensar en el éxito.
Will Smith, encarna al sufrido padre, y lo hace de una manera fantástica, seguramente su actuación le valga una nueva nominación al Oscar. Puede que esta vez lo logre, su personaje es creíble y a su vez no está sobreactuado, la madurez como actor le ha llegado al fin. En la película se muestra humano y vulnerable, con más defectos que virtudes. Pero sabe transmitir la convicción de alguien que pareciera conocer el futuro. Hasta qué punto la exigencia de padre para con sus hijas se convierte en violencia emocional es difícil de discernir. Si las tenistas no hubieran logrado la fama, seguramente odiarían a su padre. En este caso, pareciera que todo exceso fue justificado. Seguramente hay muchas intimidades familiares que nunca saldrán a luz.
Un reconocimiento a la actriz que interpreta la madre de la tenistas, Aunjanue Ellis, con pocos minutos de protagonismo, logra transmitir firmeza ante la rigidez de su marido y ternura en la defensa como madre de su familia. No sería de extrañar que también este nominada.
Las escenas deportivas están bien llevadas, las tenistas que interpretan a las hermanas, son evidentemente tenistas y el director aprovecha esto para generan un suspenso deportivo. Sobre todo en el último partido.
En resumen, sabiendo que las propias hermanas Williams son productoras de este biopics, se podría tener la idea equivocada de que la historia es complaciente. No lo es. Mantiene en todo momento el equilibrio entre lo real y la ficción, y lo hace honestamente.
Según mi humilde opinión 8/10.