Cine: «La Casa Gucci»
Crítica de cine, Por Horacio Stefanina
La casa Gucci. 2021. Ridley Scott.
Es raro ver a Ridley Scott incursionando en un culebrón sensacionalista. No es que no tenga capacidad para filmar cualquier cosa, ya había versionado una historia del estilo, con el secuestro del nieto de Paul Guetty en 2017, sino porque a esta altura del partido, con más de 80 años, uno espera otro tipo de material de él. Sin embargo, su enorme oficio, hace que salga bien parado en una trama que es difícil de catalogar. Por momentos parece un folletín romántico, después pasa a un drama sórdido con personajes llevados al límite del ridículo y termina con un tono policial. Curiosamente, es en la historia romántica donde el filme acierta y se convierte en lo más rescatable.
La historia de Mauricio, bien interpretado por Adam Driver, hijo de uno de los dueños de la famosa casa de modas de origen italiano Gucci, conoce a Patricia, Lady Gaga, una burguesa de grandes ambiciones y su posterior romance es lo mejor de la película. Ello se debe a la gran química entre los dos actores y sobre todo al carisma actoral de la protagonista, al punto de convertirse por lejos en lo mejor del film.
De a poco, con la entrada de Patricia en la familia, vamos conociendo las personalidades de los hermanos herederos de este gran imperio. Las interpretaciones de los hermanos Gucci, corren por cuenta de Jeremy Irons, padre de Mauricio y Al Pacino, quien está a cargo de la sede de la casa en New York y tiene a su vez un hijo muy subestimado, Paolo, interpretado por un irreconocible Jared Leto.
La nueva esposa de Maurizio presiona a su marido para que se haga cargo del legado familiar, algo de lo cual no está muy convencido. Pero poco a poco, sobre todo después de la muerte de su padre, se empieza a convertir en la figura joven y renovadora que la marca necesita. Nada de esto hubiese sucedido sin la presión de Patrizia, por lo menos así lo entiende ella. Cuando él la aparta de la escena para convertirse en el único dueño, conspiración, celos y manipulaciones por parte de una médium, interpretada por Salma Hayek, hacen que tome la decisión de mandarlo a matar.
Este es el resumen de una historia harto conocida en Italia, que fue primera plana por mucho tiempo de los diarios peninsulares. Sin embargo, Scott, nos hace ver una intrincada historia que no deja bien parada a la familia. Sus caprichos, aires de nobleza y sus relaciones con el poder de la época, nos hacen recordar a la serie Dinastía, con sus traiciones incluidas.
Es de rescatar el oficio actoral de Al Pacino, que con pocos minutos de pantalla demuestra ser un actor todo terreno. Seguramente Lady Gaga volverá a ser nominada al premio Oscar, algo que sucedió con “Nace una estrella”, y lo tiene merecido. La película pierde fuerza e interés cuando ella no la protagoniza, y aunque algunas veces esté un poco excedida en el melodrama, no se puede negar su talento.
En resumen, un film entretenido y bien logrado. Tiene a su favor el valor de ser una historia real y muy conocida en el viejo mundo y no desentonar. Vale la pena verla.
Según mi modesta opinión 8/10.