Sus restos ya descansan en el imponente templo de Santa María Maggiore. Allí se encuentran también los restos del primer papa franciscano, Nicolás IV, y el primer papa dominico, Pío V, ahora será la tumba del primer papa jesuita. Francisco quiso personalmente que su tumba estuviera en esa basílica.
El primer plano televisivo del Evangelio abierto sobre el sencillo ataúd del Papa Francisco, agitado por el viento primaveral de la Plaza de San Pedro, conmovió profundamente a quienes siguieron la ceremonia. Las hojas revoloteando parecían un signo, una invitación a «dar vuelta la página», a continuar el camino que Francisco trazó con su humildad y su amor por los más necesitados.
El mundo entero se unió en oración y recogimiento para despedir al Papa Francisco, cuyo funeral en la Plaza de San Pedro fue un testimonio conmovedor de su cercanía al pueblo y su legado de misericordia. Para Fasta, este adiós tuvo un significado especial, marcado por la presencia de representantes y peregrinos que quisieron rendir homenaje a un pastor que dejó una huella imborrable.
El lunes a las 7.35 horas marcó el final del papado de Francisco, y su funeral fue un último acto de su relación personal con Fasta y la Ciudad Miliciana. Allí estuvieron presentes Jorge Parravicini, delegado ante la Santa Sede, y el Padre Lisandro Scarabino, quien concelebró la Eucaristía, junto a numerosos milicianos y fasteanos que viajaron a Roma para el último adiós.
El Cardenal Re trazó un retrato profundo y entrañable del pontífice argentino, resaltando su humildad, cercanía y servicio. La ceremonia, sobria como Francisco lo había dispuesto, congregó a más de 200.000 personas.Un momento especialmente emotivo fue el recuerdo de su última aparición pública, cuando, a pesar de su delicado estado de salud, impartió la bendición desde el balcón de la Basílica de San Pedro, en un último abrazo al Pueblo de Dios.
El fasteano Jorge Parravicini agradeció al padre César Garcés su pedido de acompañar al padre Lisandro y representar a toda Fasta en esta ceremonia. Notablemente emocionado dijo que «ha sido una gracia de Dios haber podido asistir ya que se dieron una serie de cosas que permitieron estar muy cercanos a todo el acontecimiento». También dijo que «el haberlo vivido junto a toda la delegación argentina donde había muchos conocidos del papa Francisco que fue una emoción aparte». finalmente dijo que «agradezco a Dios haber podido acompañar al Papa en esta última despedida».
Al finalizar la Misa, el Padre Lisandro Scarabino compartió sus sentimientos: «Realmente fue algo emocionante poder despedir al pastor, poder despedir al padre y poder ver el mundo aquí. Eso me emocionó mucho». También destacó «las muestras de afecto no solo dentro de la Iglesia Católica de todas las nacionalidades, también de muchas religiones, los jefes de Estado, dando gracias a Dios por haber podido vivir este momento y también si quieren un poquito egoísta como argentino una alegría haber donado este papa y poder despedirlo así viendo el cariño que despertó y la cercanía con el pueblo de Dios. Recemos por su eterno descanso y por toda la Iglesia».
Los restos del Papa Francisco fueron trasladados a la Basílica de Santa María Maggiore, en el monte Esquilino, donde descansarán en el imponente templo, que ya alberga las tumbas de siete Papas.Francisco quiso personalmente que su tumba estuviera allí, en un gesto de humildad y sencillez.
En el tramo final de su camino terrenal como Obispo de Roma, Francisco fue coronado no por los poderosos, sino por los pobres, los migrantes, los sin techo, los marginados, aquellos que ocuparon un lugar central en su magisterio y en el Evangelio. Su legado perdurará, recordándonos la importancia de la misericordia, la cercanía y el servicio a los más necesitados.
Rito de la inhumación del féretro del Romano Pontífice
La oficina de prensa de la Santa Sede ha informado que “a las 13.00 horas comenzó el rito de la inhumación del féretro del Romano Pontífice. El rito se desarrolló según las prescripciones del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, presidido por el Cardenal Camerlengo, en presencia de los indicados en la correspondiente Notificación de la Oficina de Celebraciones Litúrgicas y de los familiares del Papa difunto, y concluyó a las 13:30”.