Contundente discurso del Rector de la Universidad Fasta

Con un contundente discurso el rector de la Ufasta dio comienzo a un nuevo período rectoral y al año académico 2024. Afirmó que este es su «último» período rectoral y que se procura una «renovación de la gestión».  Homenaje a los héroes de Malvinas.  Repasó la historia de la Universidad. Agradecimientos.

Juan Carlos Mena asumió ayer un nuevo período rectoral en la Universidad durante el acto académico realizado ayer en el auditorio de la sede San Alberto Magno de mar del Plata. El padre César presidió del acto como Gran Canciller acompañado por el Vicepresidente Ejecutivo de Fasta, Alejandro Campos.

Luego de hacer un recorrido por la historia de la Universidad en la que definió dos etapas. Este marco le sirvió para afirmar que «en este contexto se procura una renovación en la gestión. Por eso este preanuncio es un buen signo para la vida y la salud institucional. Saber que ese grupo de gestores de ese primer espacio de desarrollo debe ceder el paso a las nuevas generaciones indica madurez institucional y además madurez vital».

 

Discurso

Agradezco a Fasta que me confía un nuevo período rectoral en la persona del Gran Canciller, es una confianza que posiblemente no merezca. Comienza un nuevo ciclo. Un aspecto diferente de este ciclo es que el signo de su conclusión. Fasta me ha confiado un nuevo ciclo con la condición de que es el último. Es decir que preanuncia que debo dejar el cargo de rector. Y eso es un hecho muy relevante para la Universidad. Porque supone un proceso de recambio luego de dos etapas definidas. 

La primera es una etapa fundacional. el gran personaje de esta etapa es el licenciado Juan Carlos Catalano que con cariño quiero recordar. Fue el primer rector y fundador de esta institución abriendo camino. Fue un  tarea de conquistador. Hubo que abrir camino en un tiempo difícil e incierto y a partir de allí el devenir  de hecho de profundo cambio. Al poco tiempo cambió la Constitución, la ley de educación superior. Y en ese escenario incierto Juan Carlos fue el que extendió las fronteras de la Universidad hasta el punto que era posible y lo dejó en el momento en que se pedía la autorización definitiva. El primer período es el de la vida de provisoriedad. 

En el año 2005 tuvimos la autorización definitiva y comenzó una etapa de consolidación. La Universidad definió su horizonte académico. Fue fortaleciendo las funciones sustantivas. Comenzó a escudriñar en los procesos habituales de acreditación de carreras e inició la expansión a través de la educación a distancia. 

Esta etapa está buscando un cierre. La Universidad de la mano de un grupo de gestores que acompañaron desde el inicio, desde la primera etapa casi con «insolencia» etaria. Éramos muy jóvenes y con escasos antecedentes, algo que hoy no sería admitido dentro del sistema. Teníamos el sólido respaldo del Padre Fundador, un hombre muy acreditado como universitario en Argentina y fuera del país. Pero el resto se fue elaborando con los años. 

Llegamos a esta última etapa en la cual la Universidad ha logrado cierta estabilidad de los procesos de crecimiento. En el último ciclo rectoral que estamos cerrando la Universidad duplicó su población estudiantil. Es decir que en cuatro años pasamos de 12.000 estudiantes a poco menos de 25.000. 

Las ratio de nuevos inscriptos y de graduados siguen esa misma evolución de la matrícula, yo diría incluso con ventaja, porque las tasas de graduación se referencian a cohortes de ciclos anteriores. Así que esto es muy auspicioso. Estamos entre las universidades privadas que más crecen. Llegamos a 100  unidades de apoyo académico a lo largo y a lo ancho del país. Yo tuve estudiantes de derecho en mi clase de Ushuaia y de San Ramón de la Nueva Orán: 3600 kilómetros de distancia entre una sede u otra. Incluso hemos abierto nuestra Unidad de Apoyo Académico en Valencia. 

Integramos el grupo de universidades líderes en la Educación a Distancia con más de 50 carreras. Hemos consolidado la investigación y la extensión. todos nuestros programas están acreditados y por tercera vez le cabe a nuestra universidad la presidencia del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (Crup). De los últimos seis ciclos, tres fueron presididos por la Universidad Fasta. 

En este contexto se procura una renovación en la gestión. Por eso este preanuncio es un buen signo para la vida y la salud institucional. Saber que ese grupo de gestores de ese primer espacio de desarrollo debe ceder el paso a las nuevas generaciones indica madurez institucional y además madurez vital. Ustedes me ven así «jovencito» (risas) y vital pero en el último ciclo rectoral que estoy cerrando me ocurrieron dos cosas: primero que me transformé en sexagenario y el segundo en que ahora soy abuelo.

Todo esto indica que algunas transformaciones deben hacerse. Además hay motivos institucionales que tienen que ver con la vida del Movimiento y en general yo diría de la vida de las Instituciones. En el año 2021 el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida emitió un decreto que afecta al Movimiento Fasta y que impone la periodicidad de las autoridades. Llevo 20 años en el cargo y sumaré otros cuatro. Tal vez sea demasiado para un cargo de gestión y esto lo ha interpretado la Iglesia respecto de la vida para los Movimientos e impone también una renovación periódica de sus autoridades, lo cual exige también encontrarlos modos, los caminos y las formas. 

Fasta ha propuesto la creación de unos vicerrectorados asociados y el Consejo Superior aceptó esta modalidad y un grupo de jóvenes ha sido promovido a un rango superior. No son los únicos porque el Consejo Superior, debo decir, es un verdadero equipo de trabajo. El Consejo superior tiene más talentos todavía disponible que irán paulatinamente reemplazando a la generación que debe retirarse. 

Este es un saludable proceso que debe hacerse en un contexto de verdadero liderazgo. hoy por la mañana cuando me levante, uno lo primero que hace es revisar el whatsapp (risas), después vienen todos los demás procesos y encontré un texto que había enviado Pablo Vittar, muy iluminador. He tomado tres citas e ideas que quisiera compartir: liderar con generosidad; cuidar a todos los involucrados y preocuparte por el legado. 

Liderar con generosidad

¿Qué es un liderazgo generoso? Me viene a la mente en este momento la idea del jueves santo. La idea del lavatorio de los pies. El servicio. El servicio es un buen modelo de liderazgo. Agregaría otra cosa, la prescindencia. Creo que uno ha sido un buen líder el día que uno puede faltar y todo siga funcionando. Nos aproximamos a ese momento en el cual yo podría no estar. La comunidad ya puede resolver por sí sola. Continuará otro. Allí está la dinámica de un equipo verdadero. 

El cuidado de los involucrados

 Una buena política de las personas en la cual hagamos una adecuada interfaz entre las necesidades institucionales y el bien de las personas. De nada vale el bien institucional si no implica el bien personal. 

El legado

Finalmente preocuparnos por el legado. Cada vez que digo la palabra legado me viene a la mente la definición de Modestino por un problema docente: donatio testamento relicta Una donación hecha por el testamento. ¿Cuál es el sentido del legado? aquello que ua generación le entrega a la otra. Estamos en esa fase. Una generación quiere entregar la gestión de la Universidad a otra. 

Espero que toda a comunidad universitaria acompañe este proceso para que podamos hacer esa transición, podamos hacer ese legado que pide la propia naturaleza de la Institución, pide nuestra madurez y piden las jóvenes generaciones que tiene a veces una pujanza que no dejamos florecer porque estamos todavía ocupando algunos lugares. 

De cualquier manera no todo lo que queda por delante es la transición y el cambio generacional. La Universidad en este período deberán seguir afrontando nuevos desafíos. El contexto educativo internacional sigue cambiando a una velocidad vertiginosa. Y no logramos adaptarnos a los cambios difíciles de absorber que tenemos hoy, que ya nuevamente van cambiando los escenarios. Además el escenario del mundo cambia y se pone complejo. Hoy todavía las ciudades de Europa siguen siendo las más elegidas para vivir pero están muy  cerca de espacios de conflicto que hace pocos años no imaginábamos. 

El escenario nacional también es un desafío. Todavía estamos un poco desconcertados y con cierto estupor. Pareciera que algunas líneas políticas están cambiando. ¿Será esto una nueva dirección para el país? O será parte de los movimientos pendulares. No lo sabemos . La Universidad se ha acostumbrado a sobrevivir en todos estos contextos. como dije recién arrancamos con otra constitución. con otra ley superior, hemos atravesado ya varias crisis. Y la universidad como institución tiene vocación de supervivencia. La universidad, la nuestra y todas, se adaptan continuamente. La mayor evidencia de eso será la universidad de Córdoba del Tucumán o Universidad Nacional de Córdoba como la conocemos hay. Arrancó como una universidad jesuita, privada técnicamente hablando. Después se la pasaron a los franciscanos cuando echaron  a los jesuitas, cosa que indignó mucho a los jesuitas, además de la expulsión. Después se estatizó por la corona en el 1800 y todavía no era argentina. Después fue universidad del Primer Gobierno Patrio. fue universidad provincial y finalmente universidad nacional como la conocemos ahora. Sobrevivió todo: de religiosa a laica, de privada a estatal, de la Colonia al Estado nacional. Está en la vocación de la institución universitaria la adaptación a los nuevos tiempos. Esperamos poder responder a esos desafíos. 

Quiero agradecer brevemente a quienes dejan sus cargos. A Marcela con quien nos hemos acompañado deja la Secretaría General que no es menor. La Secretaría General juega un rol profundamente articulador. Si bien va ha continuar un tiempo más en la gestión universitaria ese rol lo ocupa ahora  Paula Giaccaglia. Recuerdo que en el acto de apertura de la Universidad ella fue una de las primeras personas que juró. Acompañó todas las fases hasta ahora. Quiero agradecerte mucho Marcela esta entrega de tu vida para esta obra que seguirá siendo parcialmente tuya, ocupará siempre un lugar especial en tu corazón. (Aplausos)

Agradezco a Paula que deja su cargo de decana. Paula fue alumna mía en el secundario y luego en la Universidad. Luego compañera de cátedra. En todos esos aspectos, en todas las dimensiones ha demostrado la calidad de persona que hoy respalda el rol como secretaria general. Te agradezco Paula tu trabajo de decana, incluso muy especialmente cuando lo hizo asumiendo luego de la muerte de su antecesor el doctor Wenceslao Tejerina que siempre digo que murió al pie del cañón porque acompaño a un certamen de debates en la UBA y ya no pudo volver a la universidad. Se hizo cargo Paula con más espaldas de lo que podría parecer. Sin embargo con una solvencia extraordinaria hizo que creciera esa facultad y es una de las más numerosas. 

Agradezco también a Clara Lucifora. La conozco creo que desde los 8 años. Mucho tiempo. Más allá de su vida en Fasta durante su niñez y adolescencia, quiero agradecer estos años de decanato y los anteriores también en la gestión del departamento de formación humanística porque es una mujer de una extraordinaria calidad intelectual, además de sus otras virtudes humanas. Su doctorado y sus estudios la han calificado para la vida académica de un modo intenso. De hecho por otras tareas académicas es que hoy no puede continuar en el decanato. Le agradezco estos años que le dedicó y que siga colaborando con nosotros. 

Quiero agradecer también a Eduardo Castelnuovo por haber sido una imagen paradigmática del médico que queremos formar en Fasta. Eso es lo que se pretende de un director de la escuela de medicina. Alguien en quien los estudiantes puedan mirar y reflejarse en su deber ser. Por tu saber saber. por ser un conocedor de la ciencia médica y poder comunicarla generosamente, porque eres un profesional de muy alto prestigio. Por tu saber obrar porque tu concepción ética y moral de la medicina es la que queremos enseñar en el respeto de la dignidad de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural e integrando todo eso en el saber ser realmente médico. Así que Eduardo te agradezco por el bien que has dejado en la Universidad, especialmente en los médicos que formamos. 

Finalmente quiero hacer un agradecimiento más personal especialmente después de tantos años de gestión. Quiero agradecer especialmente  a mi familia. En primer lugar a mi esposa. Su hay una evidencia de la providencia yo la veo en mi esposa que me acompaña. El principal apoyo para un rector, para un gestor universitario no son los vicerrectores, disculpen ustedes (señalando a los vicerrectores) (risas). Esa especia de «vicerrectora extraestatutaria» que es la esposa. A veces creo que ella es la rectora y el vice soy yo. pero es el sostén en un desafío complejo que obliga a muchas ausencias a muchos viajes, mucha presión y a lo largo de los años el sostén siempre ha sido ella. Al igual que mis hijos a quienes también les agradezco mucho. A los hijos de la carne y a los nuevos hijos políticos que Dios me ha dado que son otros signo de la Providencia y también a mi nieta porque una de las grandes bendiciones que incluye el Antiguo Testamento es que podamos ver a los hijos de nuestros hijos. A mí ya me ha llegado. Es decir que me siento colmado de bendiciones.

Una de esas bendiciones es poder inaugurar un ciclo académico en el tiempo pascual. siempre coincide semanas más semanas menos. Siempre viene a mi mente una célebre homilía del padre Fosbery en la vigilia pascual de 1979 que pronunció en San Antonio de Arredondo, Córdoba, que era una especia de glosas o paráfrasis del pregón pascual. Uno salía con el convencimiento que después  de la pascua ya pocas cosas pueden preocuparnos. Era el tono potente, casi el mandato a la alegría. No importaba cuantas dificultades uno podría tener. Ni siquiera el propio pecado, la propia traición la propia prevaricación porque Cristo había resucitado. en ese contexto de alegría y de esperanza es que quiero declarar abierto este ciclo académico y el nuevo período rectoral llamándolos a todos  a vivir de esta manera la vida universitaria y la esperanza cristiana. 

Muchas gracias