Del Arte Clásico al Contemporáneo: Un Puente Necesario
El arte contemporáneo, a menudo percibido como inaccesible y desconectado de la vida cotidiana, contrasta notablemente con las obras clásicas ampliamente admiradas y comprendidas. Esta percepción está influenciada por prejuicios que alejan al arte contemporáneo de los valores tradicionales y la belleza. Al ingresar a un museo de arte contemporáneo, las obras pueden parecer extrañas y difíciles de entender, en marcado contraste con la accesibilidad del arte clásico que tanto disfrutamos.
La baja asistencia a museos de arte contemporáneo y la falta de tiempo o interés plantean preguntas sobre nuestra disposición para explorar y comprender estas expresiones artísticas. Aquellos que visitan exposiciones de arte moderno a menudo no dedican el tiempo necesario para apreciar las obras en profundidad, y el arte contemporáneo frecuentemente requiere explicaciones que no siempre son claras o convincentes.
Existe una marcada separación entre los intereses del público general y lo que se exhibe en museos y galerías contemporáneas, evidenciando una búsqueda constante del común denominador: la belleza. El arte moderno, a menudo percibido como encerrado en la subjetividad del artista o de colectivos ideológicos, puede convertirse en artefactos que provocan una respuesta sensorial y emocional pasajera.
Es imperativo establecer un diálogo con los artistas contemporáneos, transmitirles nuestras percepciones como público y alentarlos a crear obras claras y significativas. Los artistas contemporáneos no solo son creadores de arte, sino también personas de nuestro tiempo, reflejando un mundo secularizado y siendo almas que merecen ser comprendidas y acompañadas en su búsqueda de sentido y belleza. El arte debe iluminar, exhortar y revelar la verdadera belleza que enriquece y conmueve nuestras almas, permitiéndonos trascender más allá de las limitaciones del entendimiento subjetivo.
El público desempeña un papel crucial en este proceso, haciendo un esfuerzo consciente por acercarse al arte contemporáneo, dialogando con las obras y los artistas, y explorando su contexto y significado. No podemos esperar del arte contemporáneo lo mismo que ofrecieron las épocas pasadas; el arte y los artistas evolucionan con el tiempo, y es nuestra responsabilidad mantener una mente abierta y comprometida con el aprendizaje y la reflexión.
Incentivamos a todos a visitar los museos, participar en exposiciones, plantear preguntas y reflexionar profundamente sobre el arte contemporáneo. Solo a través de este esfuerzo conjunto podemos establecer una conexión genuina con el arte contemporáneo y permitir que tanto el arte como el público crezcan y se enriquezcan mutuamente.
Lic. Carola Foster, Editora de Arte y Cultura