RDC: ataque al seminario menor de Mugeri en la archidiócesis de Bukavu

Nelson Santillan

El Seminario Menor María Reina de los Apóstoles de Mugeri, en la archidiócesis de Bukavu, en la República Democrática del Congo, fue atacado por hombres vestidos con uniforme militar la noche del sábado al domingo 10 de noviembre. No se reportaron pérdidas de vidas. Sin embargo, los resultados de este ataque muestran que se sustrajeron algunos bienes materiales. Este enésimo caso de rescate se suma a varios otros casos de robo a mano armada, que se han convertido en una práctica recurrente en esta zona aislada del centro urbano.

Noticias del Vaticano

Situado en el grupo Irambi Katana, en el territorio de Kabare, a unos 40 km de Bukavu, capital de la provincia de Kivu del Sur, en la parte oriental de la República Democrática del Congo, el Pequeño Séminario María Reina de los Apóstoles de Mugeri se alza sobre un península completamente cubierta de majestuosa vegetación. Su posición a orillas del lago Kivu ofrece un muy buen clima de contemplación y un marco propicio para el fomento de las jóvenes vocaciones. Este complejo de varios edificios de ladrillo cocido sirvió de guardería a varias generaciones de sacerdotes de Bukavu, una de las grandes archidiócesis del Congo, sobre todo por un cuerpo sacerdotal bien abastecido. La posición arraigada en la que se encuentra este establishment eclesiástico lo hace vulnerable a cualquier abuso, en un país y una región donde la situación de seguridad sigue siendo incierta.

En busca de dinero

Alrededor de las nueve de la noche los pueblos de los alrededores sintieron la alarma de un repique irregular de campanas en plena noche. Según el padre Georges Barimusirhwe, rector de este seminario, 8 hombres armados irrumpieron en el refectorio donde todos los sacerdotes estaban reunidos para cenar. Su única motivación era el rescate. Utilizando la intimidación, los atacantes ataron a algunos sacerdotes, prometiéndoles lo peor si no les entregaban dinero. Al registrar la oficina del rector, que tenían consigo, se llevaron pequeñas cantidades de dinero, teléfonos y otros objetos de valor que pudieron encontrar. Desestabilizados por la alerta de los seminaristas menores, que habían tocado las campanas, instrucción conocida por la población circundante, los matones se vieron atrapados en una derrota y se vieron obligados a huir mientras disparaban, explicó el rector. Según las explicaciones del padre Barimusirhwe, estos hombres parecen ser soldados del ejército regular.

Fuente: Vatican News

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