Pascua del Padre Kato.
La semana pasada, cuando ya se sabía que era irreversible su situación, tuvimos oportunidad de estar junto a él en la clínica, y darle las gracias en nombre de toda la Ciudad por su entrega sacerdotal, por su vida. Él habrá escuchado.
Vaya nuestra oración por él, por su familia y por los hermanos sacerdotes.
¡A tus órdenes!