La licenciada Cristina Mazzoni tuvo a su cargo la Lectio Inauguralis de la apertura del ciclo académico 2025 que se realizó ayer en la ciudad de mar del Plata. También marcó el inicio de las actividades del Capítulo Argentino de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino (Sita).
La licenciada Mazzoni propuso a Santo Tomás como modelo esencial para la universidad actual, recordando su enfoque en la búsqueda y transmisión de la verdad, fines primordiales según San Juan Pablo II.
Más adelante, recordando a Tomás de Kempis en la 2Imitación de Cristo» propuso la imitación de Santo Tomás por su dedicación a la verdad y su disposición a refutar el error, sin importar el interlocutor.
«La Universidad debe priorizar la «theoria», la contemplación de la verdad, el bien y la belleza, por encima de la mera utilidad o el poder» afirmó.
Dijo también que aunque la formación profesional es importante, la esencia universitaria radica en la entrega a la verdad y no en ser solo una «fábrica de titulados». Destacó que la Universidad tiene una función sapiencial, integrando saberes hacia una visión del todo, donde la metafísica juega un rol crucial.
Recordó que el modelo de Santo Tomás se ordena a Dios como Verdad última, elevando la fe sin reemplazar la razón, destacando que la libertad académica implica no estar determinado por intereses externos, buscando la verdad pura. También dijo que la refutación del error es inseparable del amor a la verdad, requiriendo investigación y argumentos sólidos.
Destacó que Santo Tomás estaba disponible para todos, mostrando humildad y respeto, buscando el bien del otro a la vez que la labor del universitario debe ser la de maestro, estimulando la pasión por el saber y mostrando la síntesis entre conocimiento y amor.
«Enseñar implica mostrar la verdad con argumentos, fomentando el diálogo y la escucha activa» afirmó.
Párrafos destacados:
La verdad tiene su propio poder, y la educación se centra en formar, permitiendo que la verdad llegue por sí misma.
La imitación de Santo Tomás implica valorar la tradición, innovar dialogando con el presente y proyectarse al futuro.
La búsqueda de la verdad requiere valentía para abordar temas complejos y distinguir la verdad del error.
La inclusión en la universidad se basa en el respeto y la búsqueda conjunta de la verdad, sin clasificaciones.
La verdad última sobre el hombre está en Cristo, y la universidad católica no puede ocultarlo.
La coherencia de vida y santidad de Santo Tomás es un modelo para la investigación, el estudio y la enseñanza.
El apostolado específico de la universidad es compartir lo contemplado («contemplata aliis tradere»).
La confianza en la razón y el reconocimiento de sus límites son claves en la enseñanza tomista.
Finalmente, la licenciada Mazzoni invitó «a no tener miedo a imitar a Santo Tomás y a comprometerse con la búsqueda y transmisión de la verdad».